OPINIóN
El planeta en problemas

Houston, we have a problem!

El desafío mundial de crecer en energía y decrecer en emisiones.

Vaca Muerta
El gasoducto de 573 km transportará gas natural desde el norte de la Patagonia hasta el este de Argentina | Fuente: YPF

La frase que se le atribuye al astronauta Jack Swigert durante el accidentado viaje del Apolo 13 hace más de 50 años (Houston, we have a problem!), bien podría decirla cualquiera de los que haya vivido, entre el 6 y 10 de marzo último en Houston, presenciando el Cera Week by S&P Global, el evento más importante de la industria energética mundial. Una especie de Davos de la energía.

Reunió a representantes de 90 países. En los coffee breaks uno podía estar tomando café, al lado de los presidentes y Ceos de compañías como Shell, Exxon Mobil, Chevron, Equinor, Petronas, Total, Hertz, Schlumberger, entre muchos otros y, también, con los líderes de YPF, PAE, Pluspetrol, Tecpetrol, Chevron Argentina. O con futuros unicornios que presentaban sus 250 start-ups tecnológicas con ideas y proyectos innovativos y alucinantes, relacionados a la energía nuclear, al uso de pozos de petróleo abandonados para la geotermia, a la extracción directa de litio, a métodos para capturar el carbón en las explotaciones tradicionales de gas y petróleo, etc.

Vaca Muerta no es suficiente para el abastecimiento energético argentino

Sí, el mundo está en problemas y de eso se habló. El calentamiento global ya no es un tema teórico que se resuelve con algún movimiento ambientalista y libros infantiles que enseñan a “Cuidar el planeta”. Es un tema dramático y URGENTE que produce inundaciones, sequías, incendios y los descomunales calores que impactan, ya no en países lejanos, sino en nuestras propias vidas cotidianas. 

Vine por primera vez a un Cera Week hace exactamente diez años cuando era Vicepresidenta de YPF y empezábamos los primeros pasos de Vaca Muerta. Veníamos a atraer inversores y lo logramos con Chevron, Petronas, Dow. Pero, entonces, solo se hablaba de Gas y Petróleo. Y cómo mejorar la eficiencia de producción y bajar los costos operativos. 

Hoy, una década después, los temas son tan diferentes, que muestran un mundo verdaderamente disruptivo, imprevisible, complejo. Ninguno de los grandes analistas reunidos esta semana en Houston, pronosticaron entonces ni remotamente el panorama tal como es en la actualidad. La principal preocupación hoy es cómo acelerar el objetivo Net Zero, o sea, la transición energética y, al mismo tiempo, asegurar la necesidad de gas y petróleo por lo menos hasta el 2050 o algo menos. La población mundial –hoy somos 8 mil millones de habitantes- crece en cantidad y en su capacidad de consumo en forma vertiginosa y, por lo tanto, el crecimiento aún lento de renovables y otras fuentes de energía, es absolutamente insuficiente. 

Vaca Muerta, un tesoro bajo los pies

Me impactó la conferencia de la Secretaría de Estado de Energía de los Estados Unidos, Jennifer Granholm, que hizo una arenga a las compañías petroleras presentes sobre la importancia de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y el apoyo financiero y económico que el Gobierno americano le va a dar a las iniciativas de diversificación de las fuentes de energía y el papel de las energías renovables en la creación de empleo y en la reducción de la huella de carbono. 

Me impresionó su compromiso, su pasión, su entusiasmo y su retórica. Aplaudida por la mayoría de los 7500 participantes, pero criticada en las mesas de café, por los petroleros de raza, porque descuida –según ellos- la necesidad mundial de hidrocarburos y porque los subsidios que va a dar el gobierno van a hacer disparar más la inflación. Si, leyeron bien. El Gobierno americano subsidia en muchos miles de millones de dólares a la industria de la energía.

John Kerry, el enviado especial para el cambio climático de los Estados Unidos, también habló en el evento. Enfatizó que la transición hacia fuentes de energía renovable no sólo es necesaria para combatir el cambio climático, sino también para mejorar la seguridad energética. Otro de los grandes temas discutidos en el Cera Week. La guerra de Ucrania, las amenazas de China y la inflación en el mundo, ponen en riesgo también la seguridad energética.

Y, vale una frase sobre la participación argentina en el evento. Vino y habló en un panel la Secretaría de Energía de la Nación, Flavia Royon. Y dijo dos cosas fundamentales: que Vaca Muerta es una política de Estado y que es importante que nadie le tema a la Argentina porque ya están y hace años las principales empresas del sector. Muy bien. 

Pero, tal vez, la Argentina, tanto desde la participación del sector privado como público, podría ser más protagónica en un evento como este, dadas las grandes oportunidades que nuestro país podría ofrecer para ayudar a resolver los problemas del mundo: no solo tenemos la mejor roca para extraer gas y petróleo no convencional (los expertos dicen que Vaca Muerta es mejor que el Permian), sino que tenemos los mejores vientos en la Patagonia, el sol en el norte, recursos de minerales críticos para la transición energética (litio, cobalto, cobre, etc), potencial de hidrógeno, talentos reconocidos mundialmente, en fin. Para poner todo eso en valor, necesitamos que vengan dólares frescos de afuera que precisamente están hoy buscando nuevas oportunidades de inversión. 

*Doris Capurro. Presidenta y Ceo de LUFT Energía.