OPINIóN
Proyectar para el futuro

La actitud sistémica y la pos-pandemia

Es importante dejar de tener una actitud cortoplacista y poder ver no solo el problema sino también lo que lo conforma y sus posibles relaciones.

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El planeta perdió gran cantidad de árboles e insectos en los últimos años. | Weekend

La necesidad de desarrollar competencias y habilidades para los desafíos venideros en los próximos años y décadas es hoy una prioridad que tenemos como ciudadanos, sociedades y como mundo.

La volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad del contexto actual –y futuro- refleja aún más, que un cambio de foco, mejor dicho, un cambio en nuestra forma de pensar y mirar la realidad, es por el proceso que debemos pasar en carácter urgente.

En Argentina, y en muchos países de Latinoamérica, la dificultad de mirar hacia el largo plazo es una historia repetida en los tomadores de decisión, ya sean del ámbito público, como del privado. Existe una crisis monstruosa de pensamiento. Esta actitud cortoplacista, consecuencia de problemáticas estructurales que llevan añares sin resolver, es la madre de muchas decisiones que no se toman pensando en el futuro, y que no hacen más que hacernos dar vueltas en un círculo vicioso.

Con el solo hecho de mirar cuantas empresas han desaparecido al poco tiempo de nacer, o analizar la vulnerabilidad que existe en diferentes ámbitos sociales producto de políticas estatales ineficientes, nos daríamos cuenta que todos somos víctimas de lo mismo: todo el tiempo tomamos decisiones mirando un árbol y no el bosque completo.

En Argentina, y en muchos países de Latinoamérica, la dificultad de mirar hacia el largo plazo es una historia repetida en los tomadores de decisión

Ahora, dos preguntas tengo para hacerles: ¿Cómo creen que será el futuro si seguimos por este camino? ¿Qué capacidad de liderazgo desarrollaremos en un mundo que cambia cada vez más rápido y de forma multidimensional? Sin dudas, debemos reestructurar nuestra forma de pensar.

El pensamiento sistémico, al igual que otros enfoques, es un modo de percibir al mundo. Es un modelo de pensamiento preparado para lidiar con la complejidad gestionando los riesgos y reduciendo el grado de incertidumbre. Nos permite ver patrones de cambio en vez de hechos estáticos.  

Cuando analizamos un evento o una problemática, debemos entender, que los elementos que la componen y sus interacciones, se encuentran bajo la estructura de un sistema. Por ejemplo, si tomamos a una familia tipo como un sistema compuesto por diferentes variables (economía, educación, trabajo, etc.) y sus actores (tío, padre, madre, etc.), las acciones que ejecutemos como miembro tendrán consecuencias mediatas o inmediatas en las variables y por ende, en alguna de las partes que lo componen.

Todo el tiempo tomamos decisiones mirando un árbol y no el bosque completo

El pensamiento sistémico estudia el todo para poder comprender las partes. La importancia de ello para la toma de decisiones es central. Observar el bosque completo, y actuar en consecuencia, no es lo mismo que mirar a los pinos por separado.

El carácter inter y multidisciplinario con el que el enfoque sistémico nos invita a percibir el mundo es hacia dónde debemos transformar nuestro mindset y comenzar a construir el futuro.

Peter Sengue, en su interesante obra: La quinta disciplina, hace alusión a un concepto que describe a las organizaciones contemporáneas inteligentes. La “metanoia” se entiende como el desplazamiento mental, cambio de enfoque o como el pasaje de una perspectiva a la otra a la hora de aprender. El aprendizaje constante nos permite percibir al mundo de una forma nueva. Sengue sostiene que al aprender en forma permanente ampliamos nuestra capacidad para crear. Entonces, una organización inteligente es aquella que aprende y continuamente expande su capacidad para crear su propio futuro.

Las organizaciones actuales reflejan una falencia en materia de aprendizaje y eso se debe a la falta de una actitud sistémica en la toma de decisiones. En muchas ocasiones, la proactividad es reactividad disfrazada que carece de visión de futuro y no hace más que girar la rueda del circulo vicioso del cortoplacismo.

El carácter inter y multidisciplinario con el que el enfoque sistémico nos invita a percibir el mundo es hacia dónde debemos transformar nuestro mindset y comenzar a construir el futuro.

Para afrontar los complejos desafíos que el siglo XXI trae consigo necesitamos todos, individuos, organizaciones y sociedades, abandonar la zona de confort y el pensamiento lineal que nos lleva siempre al mismo lugar, y atrevernos a explorar lo desconocido para construir un futuro diferente y próspero en conjunto.

Te impulso a que te animes a desafiar tu mente y verás como ver el bosque (el todo) te hará entender la realidad de mil maneras. Solo de este modo, podrás tomar las mejores decisiones para tu vida, tu organización y tu futuro.