Es un real honor para mí haber sido invitado a participar de la Edición Especial por el 50° Aniversario del Journal of Perinatal Medicine, revista oficial de la Asociación Mundial de Medicina Perinatal, para que contara mi historia relacionada a esta importante área de la Medicina.
El recordarla, me permitió revivir cómo impactó en mi trabajo como neonatólogo, la crucial importancia de pensar permanentemente en avances en el desarrollo prenatal y experiencias postnatales del recién nacido que está a nuestro cuidado, y cómo los padres viven ese momento.
Así podemos producir asistencia con alta tecnología, pero al mismo tiempo considerar los avances en la vida prenatal.
Posiblemente no hay otra área de la medicina que haya tenido un progreso tan dramático en reducir la mortalidad y morbilidad como el cuidado de los bebés. En los recientes años, avances remarcables en el cuidado de la mujer embarazada y su bebé han llevado a incrementar la sobrevida de niños. Sin embargo, los avances en el cuidado neonatal necesitan ser acompañados por mecanismos que nos ayuden a administrar el cuidado SEGURO a estas tan vulnerables poblaciones.
Me he preguntado frecuentemente, empezando ¿desde qué momento los neonatólogos y los pediatras nos preocupamos de una manera integral por el bienestar del bebé, la madre y su familia?
Creo que cualquier momento es bueno para comenzar. También creo que la elección de este momento comienza a tener verdadero significado cuando viene profundamente desde nuestro interior; cuando estamos convencidos de que lo que estamos haciendo es importante para el niño y su madre.
Deberíamos desarrollar una filosofía de escuchar a nuestros pacientes; no sólo ordenar acciones sino compartir, no sólo dirigir e imponer, llorar cuando hay que llorar, sin vergüenza y siempre con el máximo respeto al paciente. Ciertamente los sentimientos y emociones guían el comportamiento humano.
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La tecnología puede tener sus limitaciones, pero no nuestros sentimientos no nuestro deseo de ayudar o escuchar. Deberíamos empezar a darnos cuenta, que aún las pequeñas cosas a veces calificadas como triviales en la medicina académica (como sentarse a escuchar a un paciente) son tan vitales para la salud de ese paciente como utilizar un avanzado aporte tecnológico.
El comienzo de la Vida – El Milagro de Nacer
“Si alguien desea conocer el significado de la palabra amor, pregunte a una madre”. Copié este mensaje porque creo firmemente en la verdad que encierra. Tengo un profundo respeto y admiración por todas las madres. Cada entrevista que tengo con una madre me enriquece como persona y como médico. Veo madres solas, especialmente en sus primeros embarazos, confundidas, a veces solas y haciendo frente a la gran responsabilidad de dar vida y ayudar al crecimiento y maduración de sus bebés.
Creo que es tiempo de redescubrir la más maravillosa obra de arte que jamás haya soñado –otro ser humano– y redescubrir desde el mismo momento de la concepción, como la Medicina Perinatal nos ayuda a enfatizar.
Debemos tratar de que todos sean conscientes de este milagro y ayudar a las madres a apreciar su maravilloso trabajo y hablar con ellas traduciendo a su lenguaje los avances del crecimiento madre-hijo prenatal y postnatal y el desarrollo de la interacción entre ellos.
Comunicar de manera significativa y sencilla usando un lenguaje que disuelva barreras, para que ocurra un diálogo de a dos espontáneo.
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En el Hospital y la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador, organice desde hace muchos años, encuentros con padres que llamé Programa “Una Invitación a la Vida”, cuyos principales objetivos son:
- Ofrecer información acerca de las investigaciones de la medicina actual, la cual fue traducida al lenguaje que ellos comprendan.
- Alentar la expresión de sentimientos, emociones y deseos.
En otras palabras, estos encuentros tienen lugar entre personas (padres y niños) motivados emocionalmente y el grupo de sostén (el equipo médico) en un ambiente donde las necesidades físicas y emocionales del niño estén sincronizadas con aquellas de los padres. Los encuentros fueron divididos en 3 módulos básicos. Le dimos a cada módulo un título:
Módulo I: Una Maravillosa Aventura
Desarrollando esta idea, pedí a las madres acompañarnos en un viaje imaginario, el cual nos llevara a través de maravillosos momentos por los que pasa un bebé desde sus primeros días de su creación.
Cuando nos referimos a la ovulación, la vimos como una verdadera explosión, pero la gran paradoja es que esa explosión no produce destrucción, muy por el contrario, esta explosión produce vida.
Después de la ovulación, continuamos el viaje a través de la increíble y espectacular transformación desde una sola célula, a 60 millones de células, que van a constituir el futuro bebé.
Y mostrábamos las características y capacidades de su hijo en el útero.
Hacemos especial mención del hecho que el bebé en el útero es capaz de retener y recordar toda su experiencia.
La conmovedora historia de un niño con una madre y dos padres
Módulo II: El Asombroso- Increíble Recién Nacido
En esta fase introducimos al recién nacido dando una descripción detallada de sus habilidades físicas, sensoriales y comunicativas. Enfatizamos el hecho de que el bebé habla. Él habla con todos sus sentidos, pero las madres tienen que aprender a verlos y tomar conciencia de esas señales.
El principal objetivo de este módulo fue demostrar que el recién nacido no es un objeto, es una persona. Es un individuo que ya compartió meses de su vida con su madre en el útero y recuerda su experiencia intrauterina.
Módulo III: El Desarrollo Individualizado de cada Niño
Las intervenciones más importantes para reforzar resultados positivos deben ser aquellas que no sólo tengan efectos directos en el momento, sino que continúen teniendo un impacto aún después del alta de la institución donde nació. La estimulación de la interacción entre una madre y su hijo, y el vínculo madre-hijo en los primeros estadíos de la vida tienen efectos a largo plazo.
En la Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina, desarrollé este especial Programa de Medicina Preventiva llamado “Una Invitación a la Vida”, basado en educar a futuros padres. Este programa provee a familias y profesionales del cuidado de la salud infantil con un resumen de los recientes avances de la ciencia, de cómo ver el mundo desde los ojos del niño, y cómo los recuerdos de la infancia permanecen y podrían disminuir o incrementar los niveles de stress.
La Perinatología tiene la increíble oportunidad de participar en el sueño de un nuevo comienzo junto a los padres de bebés no importa cuán pequeños sean, acompañando a las familias a encontrar una nueva perspectiva en sus vidas, incrementar su autoestima y tener fe en su propia fortaleza.
Prof. Dr. Jorge César Martínez. Decano Emérito Facultad de Medicina, Universidad del Salvador.
