Cada 2 de septiembre, el Día de la Industria nos invita a detenernos y reflexionar sobre el papel que este sector cumple en la economía y en la sociedad argentina. Más allá de los discursos y de las efemérides, hablar de industria es hablar de empleo, de innovación, de competitividad y de futuro.
Se trata de un sector que no solo genera puestos de trabajo directos, sino que irradia oportunidades a lo largo de toda la cadena de valor: desde los proveedores de insumos hasta la logística, el comercio y los servicios profesionales que acompañan a cada proceso productivo. Diversos estudios estiman que cada empleo industrial genera entre dos y tres puestos adicionales en otros sectores. Esa multiplicación es la verdadera dimensión del impacto que tiene la industria en la vida económica del país.
Argentina necesita potenciar su industria nacional
En nuestra firma, con más de 75 años de trayectoria fabricando electrodomésticos, hemos sido testigos de las distintas etapas de este recorrido. Desde la incorporación de nuevas tecnologías en los años 90, hasta la actual transición hacia la digitalización y la eficiencia energética, la industria argentina ha demostrado una enorme capacidad de resiliencia.
No es un camino fácil: la volatilidad macroeconómica, las dificultades de financiamiento y los costos logísticos son desafíos permanentes. Sin embargo, las fábricas siguen desarrollando sus actividades, y esa es la mejor demostración de que existe un entramado productivo
El futuro de la industria argentina dependerá de la capacidad de articular políticas públicas consistentes con iniciativas privadas de largo plazo. La previsibilidad macroeconómica, el acceso a crédito competitivo, la inversión en infraestructura y la capacitación de talento en competencias técnicas y digitales son condiciones indispensables para fortalecer el sector.
La transformación global hacia la Industria 4.0 ya está en marcha: automatización, inteligencia artificial, robótica colaborativa, impresión 3D, energías renovables y economía circular son parte de la agenda que definirá la competitividad en los próximos años. Argentina no puede quedar al margen de ese proceso. Por el contrario, tiene la oportunidad de aprovechar la creatividad y la calidad de sus recursos humanos, junto con la vocación de innovación para crecer y producir cada vez más y mejor.
El sector industrial es parte necesaria para el desarrollo sostenible del país. Y en nuestra compañía asumimos ser parte de esa dinámica hace más de 75 años.
(*) Javier Codini es presidente de Codini S.A