Mucho se escribió ya sobre el horror del ataque terrorista en Israel. Las escenas transmitidas incluso por la misma organización Hamas muestran la tragedia y la perversidad de la violencia sobre civiles y la toma de rehenes para usarlos como escudo. El impacto perdurará por mucho tiempo en las mentes de los ciudadanos israelíes y el miedo endurecerá su visión para sobrevivir en un entorno hostil.
Hamas asesinó a más de 100 personas en un kibutz del sur de Israel: entre ellas habría 40 bebés
Todo indica que las negociaciones para establece relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudita fueron un disparador importante en las consideraciones de Hamas para conservar su protagonismo y evitar un mayor aislamiento. El posible reconocimiento de Israel por el reino saudita incluía el tema palestino a través de la Autoridad Nacional encabezada por Mohamoud Abbas que controla Cisjordania desde el 2007 mientras Hamas ejerce su domino sobre la zona de Gaza. Este proceso apoyado por los Estados Unidos tenía el propósito de fortalecer la integración de Israel con los países árabes construyendo una barrera a la expansión de Irán en la región a través de sus organizaciones militares paralelas.
La situación internacional favorece la posición de Irán que financia milicias y terrorismo para avanzar sus objetivos regionales. Los Estados Unidos están concentrados en el apoyo a Ucrania para contener y eventualmente derrotar a Rusia, y en forjar alianzas para su “competencia estratégica” con China incluyendo la movilización militar para disuadir cualquier intento de invasión a Taiwán. Los tres países mencionados están actuando en forma coordinada apoyándose mutuamente con el fin de crear un nuevo orden mundial para terminar con la “hegemonía occidental” incluyendo el rechazo a la democracia, derechos humanos, pluralidad y diversidad.
Ni Hamas ni Irán podían ignorar que una operación con el objetivo de humillar a Israel y asesinar a civiles desarmados traería consecuencias devastadoras
El tercer elemento mencionado en las interpretaciones se refiere a la crisis política en Israel que enfrentó a la coalición del gobierno de Benjamín Netanyahu, integrada por partidos de extrema derecha, con la oposición liderada por Benny Gantz y Yair Lapid sobre la intención de limitar la interferencia del Poder Judicial en las decisiones del Poder Legislativo. Los opositores sostienen que la disputa debilitó la seguridad y alentó a los enemigos de Israel que vieron una oportunidad en la desunión y caos en el liderazgo incluyendo cuadros militares. Sin embargo, la crueldad del terrorismo y la gravedad de la situación posibilitó la formación de un gobierno de unidad con la incorporación de los principales dirigentes de la oposición que en su momento deberá convocar a elecciones para legitimar la conducción.
Pero quizás el efecto más terrible de la acción criminal de Hamas recaiga sobre los mismos palestinos. Ni Hamas ni Irán podían ignorar que una operación con el objetivo de humillar a Israel y asesinar a civiles desarmados traería consecuencias devastadoras. La toma de rehenes con la pretensión de intercambiarlos por prisioneros para avasallar a Israel podría considerarse útil en casos aislados, pero difícilmente tenga éxito en la envergadura imaginada por la dirección de Hamas. El escalonamiento de las operaciones de Hamas obligará a adoptar medidas definitivas para terminar con el peligro. Los terroristas desprecian la vida y están dispuestos a matar o dejarse matar por sus objetivos. Como el ISIS o los miles de ejemplos de organizaciones similares, el fanatismo los lleva a creerse los apóstoles de la historia y están dispuestos a llevar sus fines al extremo sin importarles la cantidad de muertos.
El extremismo trabaja siempre para impedir la paz. Los Acuerdos de Oslo firmados en 1993 incluyeron la renuncia de la OLP a la violencia y el terrorismo y el reconocimiento del derecho a la existencia del Estado de Israel. Hamas fue creada por el Imam Ahmed Yassin perteneciente a la Hermandad Musulmana transformando el conflicto en un antagonismo religioso que niega la conformidad de Israel en su territorio actual. El extremismo no es solo un problema para Israel. Donde se recurra a la violencia habrá pobreza, ignorancia y muerte. Quizás la tragedia que se abate sobre Israel y Palestina ayude a comprender la necesidad de paz, progreso y convivencia para que cada uno practique su religión en libertad.
