OPINIóN
Columna de la UB

Los jardines silvestres: especies para embellecer y sumar biodiversidad en la ciudad

¿Qué tipo de plantas son las ideales? Aquellas nativas que aportan belleza y biodiversidad. Sus nombres y beneficios para cambiar el gris de los edificios por el verde.

Jardines nativos
Las especies nativas generan belleza y biodiversidad. | Pixabay.

Las ciudades ya no cuentan con alta biodiversidad, los espacios verdes escasean y la fauna local no encuentra fácilmente un hogar. El poco verde resalta sobre las largas calles grises y las imponentes construcciones.

Pero aún quedan pizcas de esperanzas. Los jardines privados demuestran que pueden contribuir con la naturaleza, aportando refugio y sitio de alimentación para aquellas especies que habitan en la ciudad. El uso de plantas nativas representa una buena oportunidad para comenzar a sumar. Un pequeño cantero o balcón puede llenarse de colores y movimientos, convirtiéndose en un escenario maravilloso para aquellas personas que encuentran allí el valor de lo natural.

Durante muchos siglos, las plantas exóticas, aquellas que se encuentran fuera de su distribución natural y que han sido traídas desde otros países, adornaron los jardines de las viejas casonas. Sus diseños marcan una base europea que poco refleja nuestra flora local: los jazmines y las rosas aportan belleza, pero poca biodiversidad.

Jardines nativos
Rosas, desaconsejadas.

Sin embargo, cada vez son más las personas que optan por sumar plantas nativas en su hogar. Su importancia radica en el valor ecológico que ostentan. Son innumerables sus beneficios a nivel ecosistémico, por lo que incorporar una de ellas en el jardín podría convertirse en el comienzo de una experiencia novedosa.

Muchas de las especies no sólo aportan color y textura, sino también refugio para aquellos animales que buscan un parche verde en medio de la gran ciudad. A su vez, están adaptadas al clima local, por lo que son capaces de soportar grandes heladas, fuertes vientos y sequías. Un par de ellas alcanzan para comenzar a deleitarse con la presencia de aves e insectos. El reconocimiento es casi automático, ya que la fauna puede advertir los recursos y dirigirse en busca a ellos. 

Jardines nativos
Flor de la Pasión (Passiflora caerulea), una de las especies recomendadas.

El uso de plantas nativas permite que, con el paso de las estaciones, el jardín se colme de diferentes fragancias y colores. Cuando llega finalmente la primavera, los sonidos de algunos insectos forman melodías, el canto de las aves se oye más fuerte, y la búsqueda de un buen lugar para anidar parece convertirse en una verdadera travesía.

Jardines nativos
Verbena Púrpura, aporta belleza y biodiversidad.

La gran variedad de flores que poseen las plantas nativas, sus formas, colores y perfumes las convierten en un atractivo irresistible para aquellas especies que buscan allí su alimento. El beneficio es mutuo: un poco de néctar para alimentarse y un poco de polen para transportar. Mariposas, abejas y colibríes contribuyen con la fertilización de las plantas y aportan belleza al lugar. 

Existe gran cantidad de plantas nativas para atraer a estos maravillosos seres y convertir un jardín en un escenario asombroso. Sólo basta con incorporar sus plantas hospederas, es decir aquellas de las cuales se alimenta la oruga, y plantas nectaríferas, que le proporcionan alimento a los ejemplares adultos. Dentro de las especies más utilizadas se destacan la Flor de la Pasión (Passiflora caerulea), la Verbena Púrpura (Verbena bonariensis), la Malva Rosada (Pavonia hastata) y la Chilca de Olor (Austroeupatorium inulifolium).

*Candela Castro, docente de la Licenciatura en Ciencias Biológicas de la Universidad de Belgrano.