Desde chico vengo escuchando que hay gobiernos que son “pro industria” y otros “pro campo”, que ambos son incompatibles entre sí porque históricamente la Argentina es un país agrícola-ganadero que le vende comida al mundo con capacidades ilimitadas por su enorme riqueza del suelo y que con eso somos enormes.
Por otro lado, la historia cuenta que presidentes democráticos han creando industria nacional con visión de generar productos elaborados con valor superior y abastecer el mercado interno con bienes de calidad y también exportar, así como políticas sobre la industria petrolera que nos harían un jugador relevante a nivel mundial.
Lo insólito de esto es que parece que no se puede ser todo al mismo tiempo, parece que quien defiende al campo no puede pensar en un país industrial con recursos naturales propios.
Parece que toda política industrial resulta incompatible con el pensamiento del campo.
Todo esto creó en la Argentina un poder enorme en cada sector que, afortunadamente ya no tiene el mismo peso y que tiene mucho que ver con la aparición de los recursos naturales “nuevos” como es el litio, las energías renovables, los nuevos yacimientos como Vaca Muerta y otros recientemente descubiertos, y la nueva utilización del cannabis a nivel medicinal.
Esta aparición de nuevos sectores lleva a pensar, una vez más, que tenemos un gran país, enorme, con pocos habitantes y con buena educación que ha permitido el crecimiento exponencial de la industria del software, entre otras.
Lo insólito de esto es que parece que buena parte de quienes aspiran a continuar en el gobierno o quienes quieren sucederlos parecen anclados en una discusión que no tiene salida. Resulta increíble que no hayamos podido terminar el gasoducto Néstor Kirchner y exportar gas y petróleo a Europa, que necesita urgentemente, además de abastecernos nosotros. Resulta increíble que no hayan podido terminar el gasoducto del norte (¿cuántos proyectos hubo, personas a cargo, en el anterior gobierno y en este?).
¿Cómo es posible que todos quienes nos pueden gobernar no estén pensando en incluir a todos los sectores y explotar al infinito las enormes posibilidades que tenemos en este contexto global? ¿Es posible que aún estemos discutiendo pobreza y no riqueza?
La Argentina en un contexto de pandemia logró revertir los niveles de desempleo y actividad industrial y de servicios (turismo), siendo actualmente mejores que en 2019 y todo esto con una inflación del 100%. Todos los analistas serios indican que vamos a seguir creciendo.
El mundo nos mira esperando que hagamos los cambios de infraestructura necesarios para obtener estos recursos naturales y exportarlos. Nos prestan plata, nos compran a futuro.
La industria argentina está explotando, durante estos años han renovado buena parte de su maquinaria, obteniendo lo último en tecnología en prácticamente todos los sectores. Han empleado personal como nunca, en buena parte del norte argentino no hay más empleados.
La industria se ha puesto a educar para poder tener más personal calificado, con convenios con escuelas técnicas, o abriendo sus propios centros de educación, tal como lo hace la industria del software.
El campo ha renovado buena parte de su estructura, incorporando tecnología de punta, pero aún le falta lo que el mundo le pide, que son inversiones en tecnología del agua, entre otros temas. Fue muy bueno el viaje reciente de varios gobernadores del norte a Israel con el ministro del Interior en conjunto con la embajadora Galit Ronen, quienes pudieron ver y firmar convenios de cooperación para desarrollar en la Argentina la tecnología que aplica ese pequeño país en nuestro enorme suelo.
Otra vez, la historia nos pone al frente de un mundo que nos quiere ver crecer, que quiere lo que nosotros generamos y un país habitado con gente que quiere crecer con estabilidad y buena vida. En serio que tenemos todas las posibilidades, nos falta decisión de quienes gobiernan de terminar la infraestructura y ponerla a funcionar. No se permiten más discusiones que paren el futuro. Charlemos todo, pensemos todo, pero sigamos caminando en lo que se supone no hay discusión, queremos una Argentina fuerte con sus habitantes con mejor calidad de vida, bajar la pobreza y generar recursos.
Ojalá no dejemos pasar este tren. Hay mucho por hacer.
*Abogado.