OPINIóN
Gobierno

Un año sin gestión ni asado

Este ha sido el año de la gestión ausente. La administración estuvo parada prácticamente doce meses. Sin rumbo ni ideas, un país pobre y que no produce quitó de la cima a la corrupción para dar su lugar a la incompetencia.

Ilustración
Ilustración | Martín Saenz

¿Logró Alberto conformar un gobierno?

La crítica de la Vice Cristina Fernández al afirmar “Los ministros que tengan miedo o no se animen vayan a buscar otro laburo” puso en evidencia. La tibia respuesta del Canciller Felipe Solá fue la única frente al atronador silencio que un gabinete que solo quiere un sueldo. Las designaciones en su totalidad se hicieron con la anuencia de la Doña de Recoleta, pero ante el fracaso ella se desmarca. La Mesa del Hambre y las políticas de género han sido el eje del relato en la etapa inicial. Este ha sido el año de la gestión ausente. La administración estuvo parada prácticamente doce meses. Sin rumbo ni ideas, un país pobre y que no produce quitó de la cima a la corrupción para dar su lugar a la incompetencia. Este 2020 el Presidente debió encarnar la autoridad de su investidura, pero sus mentiras se vieron reflejadas en las encuestas, pues su credibilidad lo convirtió en el mandatario más débil de las últimas décadas. Su vicepresidente que representó al poder político en su rol de titiritera, se dedicó exclusivamente a atacar al Poder Judicial, primero a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, y luego a la Corte Suprema, comenzando por Carlos Rosenkrantz y luego a todos sus miembros. Es decir, no hubo despliegue de tal poder, sino más bien una cerrada pelea por evitar llegar al juicio oral de sus causas. La policía del aplauso encabezado por Alicia Castro demuestra no solo las fisuras, sino también el espíritu chavista de algunos integrantes; incongruente con los tiempos políticos que vivimos. Alberto ganó la elección con un perfil moderado y la promesa del asado. Tampoco funcionó el comisariado de la libertad de expresión de El Nodio, pues la falta de gestión tampoco la pudieron tapar persiguiendo periodistas. Murió Maradona. Usaron la imagen del ídolo para hacer política. Les tomaron la Casa Rosada y el Presidente desesperado salió con un megáfono para calmar los ánimos. Mientras tanto, la vice hacía su foto artística para alimentar su ego y una personalísima realidad. Sí, en un año no hubo gestión ni para organizar un velorio.

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Subcampeones del Covid19

Las noticias llegaban de China con gente desplomándose en la vía pública. La película de terror nunca iba a llegar, hasta que el Covid19 se metió de lleno en Italia y España. El país que ya era deficiente para atender necesidades básicas del sistema de salud, debía afrontar una pandemia con un gobierno que ocupaba cargos con amigos, leales y militantes. En un comienzo Ginés González García afirmaba que el virus no tenía posibilidades de llegar al país, luego dijo que se trataba de una gripe fuerte y finalmente decidieron con el tiempo esconder al Ministro y mostrar a la payasa Filomena. El Presidente por su parte decía que el Coronavirus se curaba con un té caliente. Cuando el mundo se cerraba, en Ezeiza la gente se apilaba y una declaración jurada era la única barrera al ingreso de la peste. Luego vino el susto de las graves noticias del exterior, la administración nacional entró en pánico, vino el rezo del Presidente en Olivos, el encierro y las filminas. Comenzó la cacería de los que circulaban. Estaba claro que la falta de gestión se curaba una bruta cuarentena debidamente militada por trogloditas. La culpa pasó a ser del surfer, de la jubilada que quería tomar sol, de los runners y posteriormente de los que se juntaban en las cervecerías. Mientras tanto en la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof ensayó su primer gueto en Villa Azul. Esta misma gente que nos confinaba, mandó a los jubilados a cobrar todo el mismo día sin organización alguna. En el interior fue peor, los casos de San Luis y Formosa fueron el ejemplo de todo lo que no se debe hacer. El colmo de la estupidez se alcanzó con los casos de Solange Musse y Abigail Jiménez, quienes sufrieron el rostro más violento e inhumano de este gobierno; mientras el Presidente mantenía reuniones sin protección con Evo Morales y Hugo Moyano. La estadística dirá que fuimos uno de los dos países en el mundo que peor manejó la crisis y 40.000 muertos. El anuncio de la llegada de la vacuna se suma a esta serie de acontecimientos espantosos. El relato del vuelo épico, romper la cadena de frío y que Vladimir Putin dijera que no iba a aplicarse la Sputnik V por resultar ineficaz para mayores de 60 años solo será el broche de toda esta trágica situación.

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Rompieron la economía, y política no les fue mejor

Este año Alberto Fernández confirmó en los hechos lo que dijo ante el Council of the Américas, que no tiene ni tendrá plan económico. El año cierra con el dólar Blue a $166, con una brecha de 97% respecto del cambio oficial y el susto de haber llegado casi a $200. Para eso tuvieron que tomar deuda al 15% (interés similar al que les prestaba Hugo Chávez), caso contrario hoy estábamos en $250 o más por billete. La gestión solidaria se caracterizó por destruir riqueza. El desempleo en los hechos está en el 21%, la pobreza cercana al 50% y en los jóvenes llegó al 60%. Se crearon nuevos impuestos como el denominado a la “riqueza”, y el PAIS tendiente a disfrazar la suba del dólar. Los aumentos tampoco fueron pocos, entre ellos bienes personales, suba de costos laborales, impuestos a las ganancias para sociedades entre otros. El caso Vicentin y la usurpación en el campo de los Etchevehere, fueron símbolo de la violación al derecho de propiedad en esta etapa. Muchas fueron las empresas que decidieron irse del país, clara señal que mientras el kirchnerismo siga en el poder no habrá empleo ni inversión.

En un año lograron que el peronismo se convirtiera en cenizas, consiguieron un 17 de Octubre de camiones, colectivos, taxis y un zoom que no funcionó; y totalmente ausente de gente. Hoy negocian la presidencial del Partido para Máximo Kirchner, síntoma que el movimiento nacional y popular como lo conocíamos está agotado. Lograron que la Policía de la Provincia se uniera en un justo reclamo salarial y llegaran a la puerta de la Quinta de Olivos, y les dejaran el claro que las fuerzas de seguridad no los apoyan. La gente marchó en todas las fechas patrias, incluidas las nuevas como el 13 de septiembre y el 8N. Quedaron a un paso del abismo, porque como es bien sabido, no hay populismo sin dinero.

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Quizás lo positivo de este regreso sin gloria, es ver cómo terminan de agotar todo su capital político para que podamos dar vuelta la página de la historia.