Este 16 de octubre se celebra el “Día Mundial de la Alimentación”, conmemorando todos los años el aniversario de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), creada en el año 1945. Desde organizaciones y gobiernos se promueve una campaña de concientización acerca de la necesidad de garantizar una alimentación adecuada para todo el mundo, no dejando a nadie atrás.
Este año nos encuentra a nivel global compartiendo un escenario complejo y grandes desafíos para todos los países del mundo, como los desastres naturales, el cambio climático, la pandemia, conflictos económicos y políticos, las guerras y la inestabilidad de los mercados, los cuales ponen en riesgo de muchas maneras la seguridad alimentaria a nivel mundial.
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Aunque las corporaciones de alimentos ganan millones y la industria alimentaria ofrece tanta variedad de productos, al punto que nunca hubo tanta disponibilidad de alimento en el mundo como en estos tiempos, hoy millones de personas que pasan hambre y no tienen acceso a una adecuada alimentación.
¿Cómo llegamos como humanidad al punto de convivir con esta realidad? Mientras unos tiran la comida, otros mueren de hambre o sufren diariamente las consecuencias de la inseguridad alimentaria. Esta paradoja no debería existir, pero hoy la inequidad y la falta de educación constituyen una realidad, en materia de seguridad alimentaria, para las poblaciones más vulnerables.
Seguridad alimentaria es un concepto que engloba grandes desafíos para los gobiernos, las instituciones, las comunidades y la familia.
- La seguridad alimentaria implica tener el acceso a alimentos variados y de calidad, a un precio accesible en diferentes épocas del año para todas las familias, por lo cual se hace necesario implementar políticas que garanticen el acceso al alimento para todos.
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Implica dejar los favoritismos hacia las grandes corporaciones y atender las economías regionales, propiciando la producción local y brindando beneficios a los agricultores y familias que contribuyen en este aspecto.
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Significa cuidar la tierra, fomentando una agricultura sustentable, que permita poder brindar alimento a toda la población mundial, sin que por ello resignemos el medio ambiente o atentemos contra la vida.
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Involucra a todos los actores sociales, dado que todos podemos contribuir sembrando una semilla, plantando árboles, haciendo huerta, cuidando el agua tan necesaria para los cultivos, y el medio ambiente en general, que permite a las comunidades acceder al alimento.
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Requiere compromiso de todos, para erradicar el hambre a nivel mundial. En tiempos donde podemos acceder a tanta información y recursos, todas las comunidades y sus familias necesitan empoderarse para acceder a alimentos de calidad.
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La seguridad alimentaria también requiere en forma obligada la educación alimentaria, en todos los niveles, para que todos puedan saber cómo alimentarse adecuadamente y tomar las decisiones correctas en torno a su alimentación y la de su familia.
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La participación comunitaria y la cooperación también son dos aspectos clave para asegurar la accesibilidad de todos al alimento, dado que trabajando en forma conjunta las comunidades pueden organizarse más efectivamente para acercar a las familias alimentos de calidad y a un precio accesible. Las huertas comunitarias o familiares, las cooperativas de alimentos, las ferias o mercados barriales, los talleres de cocina y la educación a través de las redes sociales, son algunas estrategias que pueden sumar a la hora de garantizar la seguridad alimentaria en las comunidades.
En síntesis, la seguridad alimentaria es un derecho esencial del ser humano, que implica la responsabilidad y el compromiso de todos y debe ir acompañado de la educación, la inteligencia y consciencia para tomar mejores decisiones en torno a nuestra alimentación.
*Roxana Anahi Timo - Médica MN 88956 - Health Coach - @dra.anahitimo.
