OPINIóN
Elecciones 2019

Bill Clinton a George Bush padre en 1992: "Es la economía, estúpido"

En la actualidad, el estado cadavérico de la economía augura una derrota del Presidente Macri en octubre. ¿Qué hacer al respecto?

bill clinton 08132018
El expresidente norteamericano Bill Clinton | AFP

La historia demuestra que en junio de 1985 Alfonsín iba a una derrota electoral segura en octubre de aquel año por culpa de su desastrosa política macroeconómica traducida en una inflación anual del orden 300%, con fuerte caída del PBI. También es evidente que Menem en marzo de 1991 iba a una derrota segura en septiembre de aquel año con el antecedente de una inflación de 1344% en 1990 y otra del 80% en los tres primeros meses de 1991.

Sin embargo, la historia demuestra que con el Plan Austral inaugurado por Alfonsín el 27 de junio de 1985, y el Plan de Convertibilidad por parte de Menem del 1 abril de 1991, ambos presidentes pudieron dar vuelta milagrosamente el pesimismo del electorado y ganaron las elecciones de 1985 y 1991 respectivamente.

En la actualidad, el estado cadavérico de la economía augura una derrota del Presidente Macri en octubre. El mal estado de la economía repotencia enormemente la candidatura de Cristina, nuestra ex presidenta, no obstante estar acusada con muy serias pruebas judiciales de ser jefa de una asociación ilícita para robar al Estado, es decir robarnos a todos nosotros, los argentinos, que seríamos lo bastante tontos como para votarla nuevamente.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

¿Podrá Mauricio Macri cumplir con la promesa de bajar la inflación?

En todo el mundo se ha demostrado científicamente que la situación de la economía determina en gran medida los resultados electorales en todos los países del orbe. En Estados Unidos hay estudios econométricos que predicen el resultado electoral con gran precisión según el estado de la economía. Esos estudios fueron resumidos en el famoso insulto “es la economía estúpido” del candidato a presidente William Jefferson Clinton al presidente en ejercicio George Bush padre, un héroe de la segunda guerra mundial, que buscaba su reelección en 1992. Y efectivamente, en el primer martes de noviembre de 1992 Clinton ganó la presidencia y la perdió Bush, porque la economía estadounidense estaba todavía en una modesta recesión. 

Otro ejemplo increíble y trágico de la importancia de la economía en la política fue el fuerte apoyo que el pueblo alemán brindó al dictador Adolf Hitler en 1938, quien en 1933 llegó al poder por elecciones pero con un muy limitado voto popular. Luego, en razón de que la economía alemana creció un 50% entre 1932 y 1938, fue considerado como un semi-dios por los alemanes, antes de la segunda guerra mundial, error increíble para un pueblo culto. En nuestro país, el mal estado de la economía produjo la caída de Juárez Celman en 1890. Y en 1916, la fuerte recesión vigente determinó el triunfo inesperado de la oposición radical con Hipólito Yrigoyen. Pero en 1930, el descontento por la terrible recesión de 1930, generó su caída. Podríamos explicar buena parte de la historia política argentina según el estado de la macroeconomía. Ver al respecto Conesa, Macroeconomia, Editorial La Ley, Séptima Edicion Capítulo 60.

Un plan económico alternativo para asegurar la reelección de Mauricio Macri

Por las razones expuestas, Macri-Pichetto no deben confiar en que de por sí los bolsos de las coimas de Cristina,ya probados hasta el hartazgo en la Justicia, determinarán la derrota de ésta. Muy por el contrario. La recesión económica y el desempleo pesarán mas fuerte en la opinión pública y lo mas probable es Macri-Pichetto pierdan la elección de 2019. Después, entre Sergio Massa y Alberto Fernández, tratarán de librarse de Cristina, según enseña Maquiavelo, pero eso es harina de otro costal.

 Ahora nos interesa saber qué debe hacer Macri para dar vuelta la mala situación económica actual muy rápidamente. Como no confiamos en que Macri nos lea, nos dirigimos a su inteligente Vice, el senador Miguel Pichetto. Lo primero es reconocer que subir las tasas de interés a las nubes y obtener un crédito artificial del FMI para vender luego los dólares del préstamo fomentando la fuga de capitales, no es el método correcto para mantener el dólar quieto, porque las altas tasas de interés tornan inviable a la economía argentina, crean un mar de desempleo acompañado de quiebras de empresas por doquier. Todo esto seguido de un nuevo endeudamiento al divino botón que hace subir riesgo país, augurando un futuro default. Por eso el PBI cayó en un 5,8% en el primer trimestre de 2019 y el desempleo trepó al 10,1% y el riesgo país supera los 800 basispoints.

Para dar vuelta este desastre macroeconómico, Macri-Pichetto deberían cambiar las expectativas del empresariado y los mercados financieros instantáneamente. Para ello deben tomar cuatro medidas urgentes.

Primera, colocar el tipo de cambio en su valor de equilibrio de largo plazo e indexarlo con el índice de precios al consumidor argentino. Esta medida tomada con criterio de Política de Estado de largo plazo fomentará la inversión para exportar. Las divisas genuinas que necesita la Argentina son las de la exportación, no las de la deuda externa estatal, que son un veneno para el crecimiento económico. La política de Estado de tipo de cambio real alto e indexado favorable a la exportación fue la seguida por Brasil desde 1964 hasta 1984 y fue la causa de su crecimiento anual al 9% durante 20 años. No hay que olvidar que el tipo de cambio competitivo provoca un superávit de la balanza de pagos en cuenta corriente que tiene un efecto multiplicador favorable y potente sobre la actividad económica interna y el empleo. El tipo de cambio fijo y su indexación puede hacerse por decreto de necesidad y urgencia a ser ratificado luego por el Congreso.

La crisis económica ya plantea en Cambiemos dudas y temores sobre la reelección del Presidente

La segunda medida simultánea con la anterior es rescatar todas las Lelics, mediante otro decreto de necesidad y urgencia y, a cambio, entregar a los bancos Bonos en pesos indexados del Tesoro nacional a largo plazo con una tasa de interés del 2% anual. De esta manera se quitará presión sobre el alza desmesurada del tipo de cambio, que quedará fijo e indexado de acuerdo a su valor de equilibrio de largo plazo que hoy esta en el orden de 50 pesos por dólar. 

La tercer medida es adoptar, también por decreto de necesidad y urgencia, un sistema monetario similar al chileno, estableciendo la indexación de todos los depósitos a plazo fijo en los bancos que se hagan por un plazo superior a 3 meses. Ante la inflación, el público preferirá mantener sus ahorros en los bancos en pesos indexados antes que comprar dólares, moneda que sufre una inflación del 2% anual. La indexación de los plazos fijos conlleva la derogación total de la prohibición de indexar, todavía vigente según la ley de convertibilidad 23928 de 1991 y la ley de salida de la convertibilidad de 2002. Podrán, en consecuencia, también indexarse los salarios en las convenciones colectivas de trabajo, sujetas a clausulas de productividad,con lo cual se eliminarán las huelgas y conflictos sociales en un 80%, como ocurrió en los Estados Unidos en la Presidencia de Reagan.

Todo ello permitirá bajar las tasas de interés drásticamente, mejorar las expectativas económicas instantáneamente y al dúo Macri-Pichetto seguir gobernando pero ahora en la gloria de la abundancia y el optimismo. Pero no hay mucho tiempo para proceder. La alternativa es, como afirmamos previamente, el triunfo de Alberto-Cristina y luego las predicciones de Maquiavelo. 

La cuarta medida importante debe ser obtener la sanción de una ley para incentivar la repatriación de los capitales argentinos fugados que suman cerca de 400 mil millones de dólares mediante el pago del un pequeño impuesto del 1%, excepto para los capitales del narcotráfico y la corrupción, que deberían ser decomisados. Con estas medidas y otras propuestas en mi libro Propuestas Superadoras de editorial Prosa Editores, el riesgo país bajaría a 100 basispoints y la formula Macri-Pichetto triunfaría en octubre o en noviembre.