En un escenario a priori polarizado y con encuestas que mostraban una elección primaria signada por la grieta política Argentina, la primera instancia de votación nacional del año transcurrió evidenciando un voto mayormente opositor a la gestión nacional de Cambiemos.
De esta manera y sorpresivamente el resultado marca el escenario electoral camino a la elección general de octubre, en donde la gestión de gobierno nacional de Mauricio Macri, junto con sus referentes jurisdiccionales tendrán que focalizar no solo en mejorar su performance sino más bien en redoblar sus esfuerzos para revertir la tendencia y mejorar las bases tanto de sus votantes como de aquellos que en esta instancia eligieron dar su voto a otro candidato que no se corresponde con un candidato totalmente opositor a la gestión nacional.
En términos políticos muchos imaginaban que con un nivel de aprobación cercano al 37%, Mauricio Macri podría haberse acercado al voto opositor, sin embargo, pocos creían que esta diferencia podía llegar a ser mayor a los cinco puntos.
De esta manera se abre el camino a octubre con un escenario diferente al pensado en el que, si se busca revertir, se deberán tener en cuenta diferentes variables, principalmente las económicas y sociales, y se deberán analizar las opciones para obtener el voto de los desencantados y de aquellos votantes de las fuerzas que quedaron por fuera de las PASO.
Será clave para Cambiemos analizar los escenarios más favorables para mejorar esta situación en los distritos de mayor peso electoral, en primer lugar, la Provincia de Buenos Aires en donde María Eugenia Vidal perdió por una diferencia mucho más amplia de la esperada frente a el candidato Axel Kicillof.
Resultado inesperado y futuro incierto para Cambiemos.
En este contexto ¿Tendrá el gobierno nacional la posibilidad de ampliar su base electoral?, ¿Cuál será la estrategia de Cambiemos y de Vidal? ¿Serán fieles los votantes de Lavagna y las demás fuerzas políticas competidores en la elección general?
Como conclusión en primera instancia existen varios aspectos a tener en cuenta a partir de estos resultados. En primer lugar, el nivel de participación electoral, sabiendo por experiencias anteriores que en las elecciones primarias la participación suele ser más baja que en la elección general. En segundo lugar, el resultado de la elección de la Provincia de Buenos Aires, aquel distrito electoral que concentra el 37% del padrón electoral. Por último, y en relación con este último punto, cómo votó el resto de la franja del medio del país: Córdoba, Santa Fe, Ciudad de Buenos Aires y Mendoza, donde se concentra más del 28% del padrón.
