Las Pymes en la Argentina, se encuentran insertas en climas de incertidumbre constante, que acompañan la toma de decisiones, las respuestas a las demandas internas y externas y el desarrollo de las tareas por parte del capital humano de una organización. Es por eso que el factor comunicacional, si se lleva a cabo correctamente, puede permitir bajar estas ansiedades, complementando la eficiencia de una organización.
La comunicación estratégica, tiene como fin lograr que toda la organización sea atravesada por la información, desde el simplismo de las palabras, parece una tarea fácil de llevar a cabo, sin embargo, esta requiere de ciertos factores organizacionales que deberán ser complementados con el rol del consultor que ejecutara dicho programa.
Hoy, las organizaciones que no cuentan con un sector que coordine, jerarquice y ejecute la comunicación, transitan la labor diaria, utilizando canales y medios que permiten que la organización ¨funcione¨. Sin embargo, esa carga de información y demandas, se realiza sobre las personas, teniendo como consecuencias un desgaste que provoca hartazgos y desbordes en el capital humano. Sumada una conflictividad entre los distintos sectores por la no respuesta de las demandas internas. Y por último, sesgando la capacidad de planificar y tomar decisiones estratégicas por parte de los mandos directivos.
El camino hacia una comunicación corporativa inteligente y certera
La incorporación de un programa de comunicación estratégica en una organización, requiere en primer medida, una decisión política por parte de los mandos directivos y los mandos medios con el fin de lograr llevar a cabo un diagnostico que permita generar un cambio profundo en la manera en que la organización va a empezar a comunicarse y por sobre todas las cosas poder trasmitir desde la organización a todo el capital humano los beneficios que esto conlleva.
El diagnóstico, propuesta y cambio
Los cambios de hábitos, son difíciles para todas las personas, y en organizaciones donde las tareas diarias “funcionan” elevan el grado de dificultad de poder llevar el cambio adelante. Justamente, el rol del consultor, va a permitir que una persona ajena a la organización se pueda involucrar, por medio del diagnóstico, en entender los circuitos comunicacionales de cada sector, y así poder proveer de herramientas que faciliten la conexión entre los emisores y los receptores de la información, como así también entablar criterios comunicacionales a utilizar por los canales apropiados.
El diagnostico, es entendido como el proceso, donde el consultor se involucra en todas las tareas entendiendo el flujo de la información que conecta los sectores. Este involucramiento, permite jerarquizar la información interna y externa a visibilizar para el conocimiento de toda la organización y a su vez posibilita analizar las demandas y limitaciones que los canales y criterios comunicacionales actuales requieren.
El siguiente paso, es implementar una propuesta superadora en términos de comunicación que permita, a través de la delimitación de los canales, contener los circuitos informacionales de cada sector (evitando la modificación de tareas). De esta manera, una vez que los mandos medios y directivos estén de acuerdo con la propuesta y su implementación, se involucra a todo el capital humano, para la comunicación de la misma y la proximidad al cambio. El feedback, por parte del capital humano, es muy importante ya que esto permite entender y corregir, previo a la implementación, los circuitos informacionales a establecer.
Apostar a las Pymes, no a los especuladores
Una vez capacitados a todos los miembros de la organización, y comprendidas las herramientas a utilizar es momento de realizar el cambio. Y haciendo alusión a la palabra, no hay términos medios, todo cambio, requiere de un quiebre en términos estructurales de los “viejos” modos a los “nuevos”, y esto implica brindar un constante soporte a las distintas áreas para poder afianzar, por sector, los cambios comunicacionales que se lleven a cabo, dándole efectividad en materia de información a la organización.
El nuevo sector de comunicación, tiene que ocuparse de la rutina comunicacional mensual que implica jerarquizar y ejecutar la información a trasmitir de forma segmentada a los distintos públicos de la organización. Por ultimo generar valor agregado desde el sector, para permitir visibilizar información y circuitos que puedan mejorar la conexión entre los distintos sectores en el desarrollo de las tareas diarias.
Para finalizar, los beneficios de la comunicación estratégica aplicada a las PYMES implica entender que para el correcto funcionamiento de una organización en materia informacional, los canales tienen que ser los que soporten el flujo de información diaria y que permitan darle soporte a los emisores y a los receptores de la misma. Evitando el desgaste físico y mental en el capital humano y permitiendo a los mandos directivos el ¨distanciamiento¨ de la labor diaria para poder planificar y ejecutar con más información.
*Martin Ramirez Tacgorian es licenciado en Relaciones Publicas.