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¿Qué hicieron las escuelas frente al atentado a CFK?

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Debate. El feriado fue un freno para tratar el tema en clase. | cedoc

El feriado post atentado contra CFK dejó muchas tensiones desde la perspectiva educativa e incluso se generaron polémicas sobre cómo abordar el tema cuando surgieron propuestas. Desde el primer momento comenzaron los intercambios acerca de un nuevo día de cierre en las escuelas. Después de dos años de pandemia, queda claro que la falta de días en la misma es un tema sensible y que despierta tensiones en la comunidad educativa.

Una vez consumado el feriado, distintos colectivos docentes se propusieron estrategias que fomenten el trabajo en clase. Entre otras, se planteaba la necesidad de remarcar la democracia, establecer marcos para discutir y tener pensado qué conversaciones vale la pena habilitar.

En relación al regreso a las aulas, Eduardo, Director de Nivel Primario de una escuela en Munro (gestión privada con subvención estatal), afirma que “en ninguno de los dos niveles los estudiantes trajeron la problemática a la escuela y que hubo que provocar la conversación en todos los cursos”. Otra Directora de una escuela privada en Belgrano, comenta en línea que “si bien fue un tema relevante entre el equipo docente, los estudiantes no trajeron demasiado y que si surgieron preguntas se resolvieron con intervenciones en el momento de los docentes.”

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Estos comentarios se repiten a lo largo de distintos referentes de escuelas, tanto de gestión estatal como privada y en distintas zonas de CABA y GBA: “No hubo comentarios de los/as chicos/as y en general abordamos este tema si surge de parte de ellos”. Otro referente hizo hincapié en que tras la pandemia a los/as estudiantes les cuesta mucho hablar y “si la escuela no propone el espacio, es difícil que suceda”. Algo parecido aparece cuando se le preguntan a las familias: salvo excepciones que comparten que se trabajó el concepto de violencia con sus hijos/as, la gran mayoría desconoce si se reflexionó.

No obstante, la mayoría de los referentes consultados coincidieron en que el comienzo de la jornada suele ser el momento donde se hizo mención a la situación, repudiando todo tipo de violencia y estimulando a la libertad de expresión, el respeto por los derechos y los valores de la democracia.

También coincidieron en que la expectativa de trabajo sobre el tema fue mucho mayor a lo que los propios estudiantes trajeron: “Pasó todo el fin de semana en el medio y cuando eso sucede la posibilidad de abordarlo es menor. A los chicos ya les pasaron miles de cosas más en el medio. Además, desde inspección llegó tarde el pedido de trabajarlo”.

Lo acontecido el jueves 1 de septiembre trae una nueva conversación sobre el lugar de la escuela en la sociedad y propone el ejercicio de identificar cuánto se espera de la institución o no, en este tipo de situaciones. Se suele proyectar que es allí donde se debe conversar y formar cuando algo sucede: “Siempre se plantean los temas en la formación. En algunas ocasiones, los estudiantes del nivel Secundario presentan algunas conclusiones de lo trabajado y en el Nivel Primario siempre se sugiere que se trabaje con el emergente y no se deje pasar la posibilidad de poner en palabras lo que nos atraviesa como sociedad, generando espacios de participación y compromiso”, continúa Eduardo.

Sin embargo, se escucha un comentario común entre los equipos de conducción: “no nos la jugamos mucho con temas políticos. Está todo muy sensible, las familias se quejan y hay muchas opiniones dando vueltas. Si no llega como bajada obligatoria, lo evitamos.”

Fuera de Buenos Aires tampoco se encontraron testimonios de grandes reflexiones. Una docente de Nivel Secundario de tres escuelas de la provincia de Santa Fé comentó que desde ninguna de ellas se pidió a los docentes que aborden el tema y que la agenda de las escuelas están tan ocupadas que queda poco margen para trabajar lo emergente: “Estamos presos de ir tras lo protocolar y lo que hay que cumplir y nos olvidamos que la escuela no está exenta de la realidad, haciendo de cuenta que nada pasó”.

Una especialista en educación y referente del distrito de 3 de Febrero compartió la confusión que había sobre el hecho del feriado y afirmó que realizaron actividades en el marco de la ESI, siendo un tema de libertad individual y derecho universal.

Frente a este panorama, vale preguntarse si declarar feriado fue una decisión acertada desde la perspectiva de la escuela. ¿Se perdió la posibilidad de abordar un tema tan sensible? ¿Hubiera sido lo mismo?¿Es correcto seguir hablando de la escuela como un espacio donde se discuta la realidad o es un deseo difícil de alcanzar?

Por otra parte, resulta fundamental desde las escuelas intentar mantener la mayor objetividad posible respecto a las discusiones que se producen entre bloques políticos. Queda claro que más allá de las posturas enunciadas, el día a día en la escuela sigue estando teñido de consecuencias postpandémicas así como de dificultad, fundamentalmente debido al tiempo, de abordar estrategias que nos inviten a pensarnos como ciudadanos.

Desde CABA, una vicedirectora afirma que ante eventos extraordinarios “buscamos acompañar a nuestros/as alumnos/as a pensar con criterio, a preguntarse e indagar sobre su pensar y sobre el nuestro”. Habrá que pensar si a la hora de diseñar la escuela no tenemos que organizar el tiempo teniendo en cuenta que para expresarse y compartir miradas se necesita crear una nueva cultura escolar.

* Licenciado en Educación. Director Ejecutivo de TecnoKids