Hoy se conmemora el Día de los y las periodistas en Argentina, una fecha para visibilizar la importancia de su búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad de expresión. A pesar de los avances de nuestras sociedades, mientras escribimos estas líneas, aún hay mujeres periodistas y comunicadoras que padecen diversas formas de violencia que persiguen un solo objetivo: silenciarlas.
La violencia basada en género asume nuevas formas en la era digital, y silencia a muchas mujeres con voz pública. Esta violencia es aún mayor hacia defensoras de derechos humanos, políticas, activistas y periodistas.
El informe La seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad (2017) del Secretario General de las Naciones Unidas destaca que “las mujeres que cubren temas como la política, el derecho, la economía, el deporte y los derechos de las mujeres, el género y el feminismo corren especial riesgo de ser víctimas de violencia en línea. Mientras que, los hombres periodistas también son objeto de abusos en línea, los cometidos contra mujeres periodistas tienden a ser más graves”.
Los ataques que enfrentan las periodistas y comunicadoras pueden ir desde el acoso, la estigmatización, la expresión de odio sexista, el trolling, la agresión física, la violencia sexual (incluido el acoso), la intimidación, el abuso de poder, las amenazas basadas en el género, e incluso el asesinato.
Los ataques que enfrentan las periodistas y comunicadoras pueden ir desde el acoso, la estigmatización y la expresión de odio sexista, entre otras formas
El Estudio Mundial respecto a la violencia en línea contra mujeres periodistas de la UNESCO alerta que el 73% de las mujeres periodistas dijo haber sufrido violencia en línea. Y en este sentido, en el informe “Ciberviolencia y ciberacoso contra las mujeres y niñas en el marco de la Convención Belém do Pará” (ONU Mujeres y Mesecvi/Iniciativa Spotlight, 2022) se afirma que "la violencia de género en línea limita la participación en internet de mujeres y conduce a su autocensura".
En 2022, desde ONU Mujeres y la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información, elaboramos el informe “Violencia de género en línea hacia mujeres con voz pública. Impacto en la libertad de expresión” que plantea que estos ataques tienen consecuencias en la salud de las sobrevivientes y consecuencias directas en la libertad de expresión, restan voces del debate público y socavan la calidad de las democracias. El objetivo de estas violencias es aleccionar, disciplinar y, por lo tanto, silenciar a las periodistas.
Los entornos laborales de las periodistas y comunicadoras no siempre reconocen el problema, y estos ataques en línea provocan un repliegue de las fuentes, otro aspecto poco contemplado y que interfiere en el trabajo periodístico, además de cercenar espacios para la divulgación de los derechos de las mujeres.
Violencia de género: ¿por qué no disminuye?, ¿qué hacemos mal?
Para evitar agresiones, muchas mujeres mantienen un perfil bajo en internet, suspenden sus cuentas o dejan de expresar opiniones, lo cual obstruye su libre participación en el debate público y afecta su derecho a la libertad de expresión.
Esto también afecta las carreras de periodistas, comunicadoras, activistas o mujeres políticas, su desarrollo y sus ingresos. Las agresiones y la retracción del espacio público, como es evidente, afectan también su estabilidad económica, material y psico-emocional.
La ampliación del espacio público en las redes sociales debería ser una ampliación del debate democrático, y no un espacio de reproducción de la violencia de género estructural. Nos queda un largo camino por recorrer.
El reflejo de autopreservación de quienes son amenazadas y silenciadas en las redes debería movilizarnos, porque no tendrían que estar solas ante estas nuevas formas de violencia y debemos asegurar que los mecanismos tradicionales de protección de sus derechos se adaptan a estas nuevas formas de violencia.
Esperamos que los medios de comunicación, las autoridades y las sociedades se ocupen de estas nuevas formas de violencia, condenen los ataques y contribuyan a investigar, penalizar y reparar estas situaciones.
Esperamos que los medios de comunicación, las autoridades y las sociedades se ocupen de estas nuevas formas de violencia, condenen los ataques y contribuyan a investigar, penalizar y reparar estas situaciones
Es de especial relevancia establecer en el ámbito legal proyectos de seguridad de periodistas y comunicadoras, que incorporen la figura de violencia digital, y que involucren a diversas áreas del Estado, incluyendo los crímenes contra quienes ejercen esta tarea. También sigue siendo necesario continuar capacitando a las fuerzas de seguridad, policías y cuerpos especiales con perspectiva de género para que no reproduzcan violencias institucionales por razones de género.
Entendemos que varias comunicadoras han recibido amenazas recientemente en Argentina por el solo hecho de ser mujeres que informan, investigan y denuncian. Reiteramos nuestro llamado, ya expresado por la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, para que se avance en la investigación ya en curso del femicidio de la periodista Griselda Blanco.
Cuando una comunicadora que denuncia corrupción aparece asesinada, tenemos que esperar los resultados de la investigación y, mientras tanto, alertarnos y tomar medidas de protección para aquellas que sufren diversas formas de violencia. Acompañamos el llamado de la sociedad: ¨Ni una menos¨, porque cuando silencian a una, silencian a todas.
*Oficial a cargo de la Dirección Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe. **Director Regional de UNESCO.
