OPINIóN
Análisis

Refugiados: un fenómeno que nos interpela

En Argentina, viven más de 13 mil personas refugiadas, solicitantes de la condición de refugiado y otras personas de interés, y aproximadamente 180 mil venezolanos desplazados.

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Drama sin fin. Casi seis millones de sirios debieron dejar todo atrás y abandonar el país por los combates. | Cedoc Perfil

Desde 2001, en conmemoración del 50 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (1951), el 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado.

El concepto ha ido evolucionando y hoy se considera que una persona refugiada es quien se encuentra fuera de su país debido al temor de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas; o quien ha huido porque su vida, su seguridad o su libertad se encontraban amenazadas por situaciones de violencia generalizada, conflictos armados, violaciones masivas de derechos humanos u otras circunstancias que alteraron gravemente el orden público.

Según datos de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, hay aproximadamente 80 millones de personas desplazadas de su hogar en el mundo (entre ellas 26 millones de refugiados y 45.7 millones de desplazados internos, quienes han huido de sus hogares pero sin cruzar la frontera). El 40% son niños y niñas.

En Argentina ya hay 188.770 refugiados y la mayoría proviene de Venezuela

En Argentina, viven más de 13 mil personas refugiadas, solicitantes de la condición de refugiado y otras personas de interés, y aproximadamente 180 mil venezolanos desplazados.

En los últimos 10 años, se cuadruplicó en el continente americano el número de personas desplazadas a través de las fronteras, principalmente debido al exilio de venezolanos como consecuencia del deterioro de las condiciones políticas, socioeconómicas y de derechos humanos locales. Así, Venezuela constituye el segundo país con mayor cantidad de personas desplazadas al extranjero: 5.6 millones. Esta crisis migratoria es solo superada por Siria (con 6.6 millones), que lleva 7 años en guerra.

Nadie quiere ser refugiado

Las personas refugiadas y solicitantes de asilo tienen derecho a transitar libremente, a no ser expulsadas a su país de origen, a la educación y a la salud pública, al trabajo, a practicar su religión y a no sufrir discriminación. A su vez, tienen la obligación de respetar las leyes locales. A pesar del reconocimiento normativo de sus derechos, todavía existen desafíos a la hora de implementar un plan global de asentamiento. En este sentido, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tiene un convenio con el Ministerio Público de la Defensa, específicamente con la Comisión para la Asistencia Integral y Protección al Refugiado y Peticionante de Refugio, cuyo fin es canalizar los reclamos que deriven de este tema en particular.

ACNUR ha planteado la importancia de hacer foco en la prevención: muchas situaciones de desplazamiento podrían evitarse si se mantuviera el cumplimiento de las normas de derechos humanos y del derecho internacional humanitario.

El número de desplazados no para de crecer en el mundo

Aprovechemos este nuevo aniversario para honrar a todas las personas refugiadas y desplazadas del mundo, reconociendo su fuerza, valentía y capacidad de resiliencia para reconstruir sus vidas. Argentina ha sabido cobijar a quienes se vieron forzados a abandonar su hogar para escapar de situaciones adversas, conflictos o persecuciones. Aprendamos de sus experiencias para no repetir errores.

 

* Silke Arndt. Defensora del Pueblo Adjunta de la Ciudad de Buenos Aires.