A pesar de la evidencia científica a favor de la lactancia, actualmente y más que nunca se alimenta a lactantes y niños pequeños con fórmulas comerciales infantiles. Según una publicación de 2023 de The Lancet, solo uno de cada dos recién nacidos se pone al pecho durante la primera hora de vida. Dado que el retorno al trabajo es una de las principales razones por las que las madres dejan de amamantar a sus hijos, es muy importante que todos los actores que participan de manera directa o indirecta en este proceso sean sensibilizados sobre la importancia de la lactancia.
Se sabe que los recién nacidos y niños tienen más probabilidades de sobrevivir, crecer y desarrollarse cuando son amamantados. También son ampliamente conocidos los beneficios para la mujer y familia que amamanta. La lactancia brinda, además, ventajas ambientales, dado que, como asegura un informe de The Lancet de 2016, la leche materna es un “alimento natural renovable”, ambientalmente seguro, producido y entregado al consumidor sin contaminación ni envases innecesarios.
En países de ingresos bajos y medios, uno de cada tres bebés recibe líquidos distintos a la leche materna durante los primeros tres días de vida, práctica que aumenta el riesgo de abandono de la lactancia materna, según el informe previamente citado de este año. Se calcula que en todo el mundo se pierden 341.300 millones de dólares al año por la pérdida de beneficios a la salud y el desarrollo humano debido a falta de inversión para proteger, promover y apoyar la lactancia materna.
El retorno al trabajo es una de las principales razones por las que las madres dejan de amamantar a sus hijos. ¿Cómo compatibilizar, entonces, el deseo de las mujeres de alimentar a pecho a sus hijos y un mercado laboral cada vez más exigente y competitivo?
La actitud positiva, apoyo y aceptación por parte de directivos, dueños, supervisores y compañeros de trabajo incide favorablemente en la decisión de las mujeres de amamantar e incrementan su seguridad y capacidad para continuar trabajando durante la lactancia. Las mujeres necesitan extraerse leche aproximadamente cada tres horas, o de dos a tres veces durante un día típico de trabajo. La privacidad para la extracción de leche materna es un aspecto a considerar. En este sentido, la sala de lactancia en los lugares de trabajo constituye un aporte de acompañamiento que las organizaciones pueden hacer: son espacios que visibilizan y respetan el derecho de las personas que amamantan a extraerse y conservar su leche en condiciones adecuadas de respeto e intimidad.
El soporte y promoción de la lactancia materna en el trabajo puede incrementar la eficiencia y productividad y reducir el ausentismo, ya que las mujeres que amamantan a sus hijos se enferman menos. Tienen un aumento en la tasa de retorno al trabajo después del parto, dado que es más probable que las trabajadoras que deseen amamantar vuelvan a un lugar de trabajo donde exista un ambiente que apoye la lactancia. El empleador puede retener el talento, y generar compromiso y satisfacción laboral entre sus colaboradoras. Esto repercute también en la reputación de la empresa, que se verá beneficiada por la valoración que sus empleados realizan de este tema.
Sin dudar, la leche humana es la primera inoculación de un niño contra la muerte, la enfermedad y la pobreza, pero también es una inversión duradera en la capacidad física, cognitiva y social, que empleadores, colaboradoras, colaboradores, Estado y profesionales deben acompañar.
*Subdirectora de la especialización en Enfermería Neonatal de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
