A pesar del desarrollo de múltiples vacunas exitosas contra el coronavirus SARS-CoV-2, la continua aparición de variantes preocupantes y la distribución mundial esporádica de vacunas han limitado y seguirán limitando la efectividad de la vacuna. Existe un interés internacional significativo en la vacunación Covid-19 de refuerzo heterólogo o combinado para mitigar las crisis de suministro o la escasez de dosis a nivel mundial.
Ante el retraso en el arribo de segundas dosis de la Spuntik V, en la Argentina comenzaron a realizarse estudios de combinación de vacunas contra el coronavirus que permitan completar los esquemas ya iniciados. Es por ese motivo que el Ministerio de Salud de la Nación informó que sumará al análisis “colaborativo y federal”, que realiza el Conicet, las inmunizaciones de Moderna donadas por Estados Unidos.
En el mundo existen estudios en curso de Real Word Evidence como el llevado a cabo por la Universidad de Oxford (Reino Unido) puso en marcha este año el estudio Com-Cov, donde se estudian los efectos de alternar dos vacunas fabricadas por distintos laboratorios. Se encontró que esta combinación aumenta la reactogenicidad es decir, las reacciones adversas al administrar la vacuna como dolor en el lugar de la inyección, malestar, dolor de cabeza, fiebre, etc. También informaron de que cualquier efecto adverso derivado de la combinación duró poco tiempo y aclararon que no se detectaron otras complicaciones relacionadas con la seguridad.
La distribución mundial esporádica de vacunas han limitado y seguirán limitando la efectividad de la vacuna
Por otra parte está el estudio CombivacS (España), promovido por el Instituto de Salud Carlos III, también analiza la seguridad y el efecto de suministrar dosis de diferentes vacunas, analiza el posible efecto protector y la seguridad de suministrar una dosis de la vacuna de ARN mensajero como Pfizer/BioNtech o Moderna a personas que ya han recibido una primera dosis de la vacuna del laboratorio AstraZeneca. Reciente se publicaron datos preliminares donde se demuestra que este mix en particular genera una robusta respuesta inmune con títulos 60 veces mayores de anticuerpos neutralizantes contra las variantes de interés Alpha, Beta, Gamma y Delta.
El objetivo principal al utilizar este enfoque es desarrollar mayores niveles de inmunidad en comparación con la respuesta inmune obtenida por una sola vacunación o con varias vacunaciones usando la misma formulación. Además, persigue provocar respuestas inmunitarias tanto celulares como de anticuerpos al mismo tiempo que inducir una inmunidad duradera.
La vacuna Sputnik V es ya una vacuna heteróloga desde su génesis ya que incluye una primera dosis del adenovirus 26 (Ad26) seguida una segunda dosis a los 21 días del adenovirus 5 (Ad5). En ambos casos se utiliza un vector de adenovirus humano no replicante, aunque son distintos uno del otro. Ambas vacunas incluyen el gen que codifica la glicoproteína S de la superficie del SARS-COV-2.
El uso de un vector del tipo adenovirus como la vacuna AstraZeneca, o el uso de serotipos de adenovirus recombinantes, como se observa en la Sputnik V, permite que las plataformas de vacunas basadas en adenovirus administren la proteína S del coronavirus de una manera que generará una respuesta inmune mejorada.
En el país los encargados de realizar el estudio son los investigadores del Conicet que forman parte del Laboratorio de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y evaluarán la inmunogenicidad y la seguridad del uso de dos dosis diferentes de las vacunas, además de comparar estos aspectos entre esquemas de vacunación heterólogos (dos dosis distintas) y homólogos (dos dosis similares).
Se podrán ‘mezclar o combinar’ vacunas solo cuando los datos de los ensayos clínicos lo indiquen.
“Hemos definido incorporar la vacuna Moderna en los estudios que buscan determinar la seguridad e inmunidad en la combinación de vacunas”, aseguró Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Nación y experta en vacunas, añadió que “avanzar en la producción de evidencia científica en este sentido es muy importante de cara a contar con un abanico mayor de posibilidades para alcanzar esquemas completos en el menor tiempo posible”.
La única forma que tenemos para conocer la respuesta es realizar los ensayos clínicos con datos y evidencia del mundo real, para asegurar las ventajas de esta vacunación y que no se producen posibles efectos secundarios nuevos al combinar las vacunas. Se podrán ‘mezclar o combinar’ vacunas solo cuando los datos de los ensayos clínicos lo indiquen.
*Comunicador en Ciencias de la Salud – UBA.