PARADISEPAPERS
Investigación del ICIJ

Alan Faena, otro argentino en Paradise Papers

Así consta en la documentación obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartida por Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), y a la que accedió Perfil.

El empresario Alan Faena en la terraza de su nuevo edificio, El Aleph, diseñado por el arquitecto Norman Foster. "El barrio dejó de ser una promesa para convertirse en realidad", dice
| Diario PERFIL

El empresario y desarrollador inmobiliario Alan Faena fue director y CEO de media docena de compañías creadas en los paraísos fiscales de las Islas Caimán y de las Islas Vírgenes Británicas, según los documentos de Paradise Papers. Faena también aparece con cuentas bancarias en  Luxemburgo y la Isla de Man, vinculadas a diferentes proyectos hoteleros e inmobiliarios en el barrio de Puerto Madero.

Así consta en la documentación obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartida por Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), y a la que accedió Perfil.


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Faena aparece en esas firmas offshore asociado a distintos inversores extranjeros como el multimillonario ruso Len Blavatnik; los norteamericanos Robert y Christopher Burch, del grupo RedBadge; Austin Hearst, directivo de la multinacional de medios que lleva su apellido; y el diseñador francés Philippe Starck, que se ocupó del aspecto estético de los proyectos.

El entramado de las sociedades offshore en las que aparece Faena es complejo y se extiende durante casi dos décadas, según los documentos de mega filtración.

 

Una de esas compañías fue Cosmic Carrot Group Limited (CCG), creada en las islas Caimán por el estudio Appleby en diciembre de 1999, y de la que Faena fue accionista. Se desempeñó como director y CEO en febrero del 2000, en representación de su firma Dulce de Lece Ltd, registrada en las Islas Vírgenes Británicas, otra jurisdicción donde impera el secreto.

Caimán es el 5° territorio más opaco del mundo, según el Indice de Secreto Financiero (ISF) más reciente, publicado en 2015 y elaborado por la Tax Justice Network. Según ese relevamiento, las islas reflejan un alto grado de secreto financiero: un puntaje de 65 de 100, donde 100 indica secreto total. Las cuatro jurisdicciones que están por encima de Caimán en el índice son Suiza, Hong Kong, Estados Unidos y Singapur.

Los paraísos fiscales están en la mira de las organizaciones y alianzas internacionales, como la Conferencia Internacional de Transparencia Financiera, celebrada en Helsinki a fines de octubre, porque las reglas son las mismas para quienes utilizan estructuras offshore con fines legales o ilegales. Es en esos territorios donde más difusos se vuelven los límites entre la ley y el delito.

En los “Paradise Papers” también consta que El Porteño Hotels, una de las compañías de Faena, mantuvo una cuenta corriente en dólares  abierta en la casa central del Commerzbank International en Luxemburgo y otra en la sucursal del Bank of Bermuda Ltd en la Isla de Man, otro  territorio donde impera el secreto, cerca de las costas de Gran Bretaña. Para noviembre de 2015, ambas cuentas figuraban como cerradas.

Faena también compartió el directorio de Cosmic Carrot Group con Blavatnik, los hermanos Burch, de Red Badge Hotels Partners LLC; John Paul Bailey, en representación de WorlCap Resorts Ltd, otra de las firmas accionistas; y Starck, diseñador de hoteles y edificios en las principales ciudades del mundo, desde Los Angeles, Miami, Las Vegas hasta París, Londres y Madrid.

En los documentos figura que Faena también fue accionista de Cosmic Carrot, entre 1999 y 2003. El nombre de esa sociedad creada en las islas Caimán –Zanahoria Cósmica, en inglés– surgió de un encuentro suyo con Starck en Punta del Este, a comienzos de la década pasada.

Consultado para esta nota, Faena respondió primero que “ninguna de esas sociedades tuvo ni tiene actividad económica, ni fue ni es utilizada patrimonialmente para ningún proyecto, ya que se crearon para iniciativas que luego no prosperaron”. Sin embargo, numerosas publicaciones periodísticas consignaron a principios de la década pasada que, a través de Cosmic Carrot, Faena y sus socios desarrollaron distintos proyectos inmobiliarios en Puerto Madero. Entre ellos, el Faena Hotel + Universe, La Porteña Residence y el hotel y complejo de viviendas El Porteño Building. La inversión habría superado los U$S 170 millones.

Tras una nueva consulta, Faena explicó que cuando armaron Cosmic Carrot con Starck, constituyó Dulce de Lece Ltd para afianzar su participación accionaria, pero que “ninguna de ellas tenía, a ese momento, ni capital inicial ni activos”.  “Cuando ingresaron los inversores extranjeros que aportaron el 100% del capital de los emprendimientos, en cumplimiento de los acuerdos que me convertían en el desarrollador, director y cabeza del proyecto, transferí las acciones de Cosmic Carrot para unificar las participaciones sociales en los inversores ya que yo no  tuve ni tengo participación en el capital”.

Faena también justificó por qué eligió un territorio offshore como las islas Caimán, donde impera el secreto y la casi nula carga fiscal, para  concretar sus negocios. “Cuando hay socios de distintos países o inversiones en dos o más países es necesaria una tercera sociedad, un holding  que se constituye en un tercer país y en muchos casos, se elige aquel que tenga el menor costo de funcionamiento de esa sociedad”, argumentó. 

“En todos los proyectos, tanto en Argentina como en los Estados Unidos, siempre se usaron y usan empresas locales -o subsidiarias debidamente registradas- que cumplen con la normativa vigente”. En ese sentido, Faena inscribió en la Argentina la firma El Porteño Apartments Ltda Argentina como filial local de El Porteño Apartments Caymán. Esa sociedad, según confirmó Faena, controla sus activos en Argentina y su explotación.

Para junio del 2008, El Porteño Properties y El Porteño Apartments fijaron su nueva sede en el estado de Delaware, Estados Unidos, mientras que El Porteño Apartments Ltda Argentina cambió su nombre a El Porteño Apartments LLC Sucursal Argentina, con domicilio en Juana Manso 1499, el mismo del Faena Group.

Alan Faena continuó entonces como representante legal de esta filial local, aunque se decidió que debía requerir la autorización previa del  directorio de la casa matriz para negociar cualquier contrato superior a los U$S 500.000.

Ante la pregunta de colegas de Radio France, en el marco de la investigación liderada por ICIJ, Starck explicó que la elección de Caimán para  constituir CCG fue esencialmente de RedBadge, el principal grupo inversor de estos emprendimientos, en tanto que afirmó haber declarado  ante el fisco francés su participación en CCG y pagado los impuestos respectivos.

A mediados de ese año, julio de 2007, el estudio jurídico Appleby dejó de ser el agente registrado de estas sociedades offshore y fue reemplazado por ATC Trustees Cayman. El fin de sus servicios quedó reflejado en la base de datos de Appleby en dos facturas enviadas a las firmas El Porteño Apartments y El Porteño Hotels por 2.300 dólares, el 17 de septiembre del 2007, por el fee anual correspondiente al 2008. Esas facturas quedaron impagas y Appleby reenvió otros dos “statements”, en marzo del 2008, reclamando ese pago, más intereses: U$S 2.470  dólares cada uno.