Pasaron 30 años de aquel crimen salvaje perpetrado un 8 de septiembre de 1990, en la persona de una estudiante catamarqueña de nombre María Soledad Morales. Su cuerpo apareció dos días después en el Parque Daza de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Las pericias dieron por probado que había sido drogada, violada y posteriormente asesinada. A pesar de que se supone que participaron varios hombres en este femicidio, solo dos fueron los condenados: Guillermo Luque y Luis Tula.
La noche anterior a los terribles hechos, la del viernes 7 de septiembre de 1990, la joven pidió permiso a sus padres para ir a la disco Le Feu Rouge, donde se hacía una fiesta para recaudar fondos para el viaje de egresados a Villa Carlos Paz (Córdoba), que María Soledad se encontraba con la ilusión de vivir junto a sus compañeros de curso del Colegio del Carmen y San José, ubicado en Junín 710, en San Fernando del Valle de Catamarca.
Pero cerca de las tres de la mañana del sábado 8, Luis Tula, un hombre 11 años mayor que María Soledad y de quien ella estaba enamorada, la pasó a buscar para ir a otro boliche, Clivus. Luego de estar en Clivus, Tula llevó a la chica a una fiesta privada en la que había otros hombres jóvenes, hijos del entonces jefe de la Policía de Catamarca, Miguel Angel Ferreyra, y familiares del entonces gobernador Ramón Saadi, entre otros.
María Soledad Morales: La herida que no cierra
A las 9:30 del lunes 10 de septiembre, en la zona del Parque Daza, a unos siete kilómetros de la capital catamarqueña sobre la ruta 38, su cuerpo fue encontrado por unos operarios de Vialidad Nacional. Lo primero que pudieron contemplar con horror aquellos hombres fue que a María Soledad le habían desfigurado el rostro de manera horrible con un objeto contundente, arrancado el cuero cabelludo, cortado las orejas y le habían quitado un ojo, posteriormente también se encontraron quemaduras de cigarrillos en diferentes partes del cuerpo, y se estableció que le habían roto la quijada y el cráneo a golpes. El atroz escarnio del cuerpo de Soledad se completó con la acción de unos animales, se presumen cerdos, que habrían comido parte del cuerpo.
Guillermo Luque, hoy de 54 años, hijo del político justicialista fallecido en el 2011 de un paro cardiorrespiratorio, Ángel Arturo Luque, fue arrestado por ser considerado autor material del crimen. Terminó condenado el 28 de febrero de 1998 a 21 años de prisión, hasta que el 12 de abril de 2010 la jueza catamarqueña Alicia Cabanillas le concedió la libertad condicional por demostrar un impecable comportamiento en la cárcel.
Recordadas son las intervenciones del diputado Ángel Luque, que lejos de evitar las requisitorias de la prensa, las aprovechaba para insistir sobre la inocencia de su hijo. Pero en una de aquellas fervorosas defensas se excedió. Fue durante una entrevista en la que manifestó que el juez José Luis Ventimiglia, por ese entonces a cargo de la investigación del asesinato, había recibido 250.000 dólares para dictarle la prisión preventiva a su hijo. Lejos de apaciguar el caballo de la impunidad al que estaba montado, agregó que si el asesino hubiese sido su hijo, él contaba con la estructura y el poder suficientes como para hacer desaparecer el cadáver de María Soledad Morales. Luque terminó destituido de su banca por decisión del cuerpo legislativo.
El 8 de septiembre de 1990 asesinaron en Catamarca a María Soledad Morales
Tras ser liberado, Guillermo Luque se mudó con su padre a "Puerta de Hierro", una residencia ubicada a unos 10 km. al este de la capital catamarqueña, cuyo nombre evocaba la quinta que Perón ocupó durante su exilio en Madrid (España). Guillermo, que nunca siguió los pasos de su padre en la política, actualmente se dedica a negocios inmobiliarios con propiedades que pertenecen a su familia y que gestiona a través de una página de Facebook. Tiene estudios de derecho inconclusos y se terminó separando de quien fuera su mujer en tiempos del juicio por la muerte de Soledad: Florencia Alustiza. Aún reside en Catamarca.
Luis Tula, que actualmente tiene 59 años, fue condenado a nueve años de prisión por ser partícipe secundario del asesinato hasta que salió en libertad en el 2006. Mientras estuvo en el penal Julio Herrera (Catamarca) curso seis años de estudios en derecho. En noviembre de 2009 juró como abogado tras obtener su título en la Universidad de La Rioja. Al igual que Luque se separó de quien era su pareja en los '90, Ruth Salazar.
Tula se especializó en Derecho Penal, cuenta con un estudio propio y está abocado a lograr la revisión de su caso ya que, sostiene, hay elementos para la reapertura del caso. En recientes declaraciones al diario La Nación, dijo "estoy viendo distintos fallos internacionales, de tribunales de derechos humanos y de la Haya, no me la voy a comer. No soy abogado porque sí, hermano". El año pasado fue denunciado por su actual mujer, con quien tiene dos hijos menores de edad, por violencia de género, la denuncia habla de amenazas con una navaja.
Luque y Tula no fueron los únicos sentados en el banquillo de la justicia por el crimen. Eduardo "El Loco" Méndez y Hugo "Hueso" Ibáñez, amigos de Luque, fueron considerados coautores de la violación seguida de muerte, agravada por el uso de estupefacientes, al haber participado de la reunión en la que soledad fue salvajemente asesinada. Fueron encarcelados, procesados y luego sobreseídos por falta de pruebas.
En agosto de 1999 el juez José Antonio Carma sobreseyó a "El Loco" de forma definitiva luego de la declaración de Jesús Muro, el barman del local, quien se retractó de sus dichos que lo señalaban como "uno de los participantes de las orgías que se realizaron en el lugar". Méndez murió a los 47 años, el 26 de mayo de 2012 luego de haberse expuesto a una operación para colocarse un cinturón gástrico en el Sanatorio Privado de Catamarca.
Ibáñez, por su parte, estuvo prófugo de la justicia durante un mes en 1998 tras conocerse el fallo en contra de Luque y Tula, aunque fue detenido treinta días después en la casa familiar. Fue señalado en reiteradas ocasiones en el tribunal como un supuesto tratante de blancas, que proveía de mujeres jóvenes a hombres relacionados con el poder. Terminó sobreseído, al igual que Méndez, en agosto de 1999. El 23 de septiembre de 2013, murió debido a las secuelas que le dejó un derrame cerebral.
Los otros protagonistas
Elías Morales, El padre de María Soledad. Fue quien tuvo que afrontar el terrible momento de identificar el cuerpo de su hija, a quien reconoció por una cicatriz. Por el estado en el que se encontraba el cadaver no permitió que su esposa Ada lo viera. Murió el 1 de agosto de 2016 en un sanatorio privado de la capital catamarqueña, producto de un segundo ACV (el primero lo había sufrido en 2014). Tenía 71 años.
Ada Rizzardo Morales, Mamá de María Soledad, se encuentra próxima a cumplir 72 años y vive en la misma casa de toda la vida en Catamarca. Recientemente le envió palabras de apoyo a Cristina Castro, mamá de Facundo Astudillo: "Hoy me toca desearle un consuelo grande y enviarle mucha fuerza a la mamá de Facundo, que la veo a través de los medios cómo lucha para saber la verdad. Quiero decirle que no hay que claudicar, que hay que seguir".
Martha Pelloni, La monja que era la directora del colegio al que asistía María Soledad Morales, fue quien motorizó las protestas sociales, que se conocieron como "las marchas del silencio", de reclamo de Justicia para esclarecer el crimen, enfrentándose al poder político e incluso religioso de la provincia. Está cercana a cumplir 80 años. Preside la Red Infancia Robada que en su canal de Youtube, ayer, martes, estrenó el documental "El camino del silencio. Una historia de lucha", que recuerda a María Soledad Morales a 30 años de su femicidio.
Miguel Angel Ferreyra, Comisario General, ex jefe de Policía de Catamarca. Acusado de encubrimiento y de intimidación contra la persona del abogado de la familia Morales, José Buteler. Fue sobreseído en ambas causas.
Ruth Zalazar, La novia y esposa de Luis Luque, por un tiempo, en días del juicio. Había sido señalada y detenida dos veces como sospechosa del asesinato de la joven por motivos de celos.
Luis Abelardo Patti. Entró en escena después que Elías Morales, padre de María Soledad, se reuniera con el entonces Presidente Carlos Menem en La Rioja para pedir justicia. Menem decidió entonces poner al frente de la investigación del caso al subcomisario de la Policía Bonaerense, Luis Abelardo Patti. El juez Jorge Córdoba Ruíz de Huidobro dejó la causa apenas se enteró de su designación, porque entendió que se estaba interfiriendo con su trabajo.
Su sucesor fue el juez Ventimiglia. Pero las diferencias entre el nuevo magistrado y el policía no tardaron en notarse. Mientras Ventimiglia consideraba a Luque como uno de los principales sospechosos, el policía sostenía que el de María Soledad era un crimen pasional, que había tenido como protagonistas principales a Tula y a su mujer, Ruth Zalazar. Varios testigos del caso llegaron a denunciar haber sido torturados por la comisión de Patti para incriminar a Tula. Elías Morales, el padre de Soledad, dijo haber sido amenazado por Patti. Su trabajo concluyó en febrero de 1991 y había incluído, como "grandes hitos", la habilitación de una línea telefónica para denuncias, un rastrillaje del lugar donde se encontró el cuerpo y varios allanamientos.
En abril de 2011 fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura militar. En septiembre de 2014 la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a prisión perpetua para el ex intendente de Escobar por el secuestro y posterior asesinato del ex diputado nacional Diego Muñiz Barreto y del militante Gastón Gonçalvez; por la desaparición de dos integrantes de la Juventud Peronista de Escobar, los hermanos Luis y Guillermo D´Amico, y por el fusilamiento en 1983 de los militantes también peronistas, Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi. En septiembre de 2017 recibió el beneficio de prisión domiciliaria por problemas de salud a consecuencia de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) que sufrió en 2010.