Micaela García (21) es una de las víctimas de femicidio que tiene el país. Su caso motivó una ley que pone el acento en la capacitación de la Justicia en perspectiva de género y ahora se publicaron dos libros sobre su vida, militancia y trabajo social destinado a niños y jóvenes. “Es un reconocimiento justo y muy lindo para nosotros”, destaca su papá. “Se cuenta cómo era Mica en su vida militante y cómo era ella como persona: rebelde y pensante”.
La joven con la remera de Evita haciendo la V con los dedos es la imagen elegida para ilustrar la tapa de ambas publicaciones. Una es una fotografía y la otra una ilustración. Ambos escritos recorren la vida de Micaela desde que era una bebé con una cuchara de albañil entre sus manos mientras sus padres construían su casa, hasta su compromiso con las personas de los barrios más necesitados. “Ella aspiraba a cambiar la realidad, lo que le parecía injusto. Todo lo que hacía era para cambiar la vida de mucha gente, pero con un compromiso real”, describe Néstor y cuenta que “la Negra”, como la llamaban, tenía entre sus planes postularse como concejal para 2019. No la dejaron. Dos años antes fue abusada y asesinada en Gualeguay por Sebastián Wagner, quien fue condenado a prisión perpetua.
La primera actividad social de Micaela fue en Los Palos, un barrio precario de Concepción del Uruguay. Fue a entregar unos folletos de la JP Evita, allá por finales de 2014, y una vecina le dijo: “Que le agradecía el papel, pero que no sabía leer”, recuerda su papá. A partir de ese momento, fue a enseñarle a leer y a escribir. Y se sumó otro señor que tampoco sabía y otro. “Hizo trabajo de alfabetización. Y así empezó a meterse en los asentamientos para trabajar en ellos y modificarles la realidad. Una vez que encaminaba los proyectos en un barrio, dejaba a sus compañeros trabajando allí y buscaba otro barrio que lo necesitara”.
Desde mediados de marzo están en la calle dos publicaciones centradas en la vida de la joven. Micaela García, la Negra se convirtió en una de las antiprincesas de la editorial Cooperativa Chirimbote. Se trata de resaltar “historias de mujeres libres e independientes y propone nuevas masculinidades”, entre las personalidades se destacan Alfonsina Storni, Evita, Frida Kahlo, Julio Cortázar, entre otras. Micaela era fanática de esta colección y las compraba por duplicado para regalárselas a su ahijada cuando fuese más grande. Por su parte, Micaela García, banderas en tu corazón (Sudamericana) apunta a un público más juvenil y se focaliza en la militancia de la joven.
“Nos genera mucho orgullo, aunque no es fácil leerlos. Cada página te hace recordar que ella no está. Pero hoy es una referente para la juventud peronista y para muchos chicos en general”, destaca Néstor. Porque su iconografía trasciende la bandera política. “Hemos visto afiches con su foto en la juventud radical y en la Izquierda también la tienen como una referente. Salir a la calle y ver un paredón pintado con su cara es muy fuerte”.
La de antiprincesas es una colección que está destinada a niños y niñas de escuela primaria. Cuenta desde una Micaela bebé hasta su juventud jugando en los árboles con sus hermanos, la guitarra, el deporte que tanto le apasionaba, su compromiso social y su trabajo sobre la violencia machista. “Mica trascendió no por el hecho en sí (su femicidio), sino por lo que hizo en su vida pensando en cambiar la vida de muchas personas”, destaca Néstor.
Ley Micaela. Fue promulgada en enero de 2019 y tiene como objetivo la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Desde enero el papá de Micaela está a cargo de la promulgación y capacitación sobre los principios de la ley en la provincia de Buenos Aires, donde es director de Formación y Capacitación Obligatoria de Género en el Ministerio de las Mujeres, Política de Género y Diversidad Sexual bonaerense.
Andrea, la mamá de la joven, encabeza la fundación que lleva el nombre de su hija. Ambos padres recorren el país capacitando e instruyendo para que los distintos gobiernos municipales y provinciales adhieran a la normativa. “Desde fines de julio del año pasado fuimos a 14 provincias, 65 ciudades y 62 sedes universitarias contando y capacitando sobre la ley”, detalla Néstor.
“Espero que mi Negra se pueda sentir orgullosa de mi desempeño en este nuevo desafío y hacer mi aporte para que el Estado pueda garantizar los derechos de las mujeres y de todas las identidades de género”, escribió en sus redes sociales al asumir el cargo. “La ley de capacitación obligatoria en perspectiva de género creo que hubiera salvado a Mica aquel 1° de abril de 2017, por eso la militaremos incansablemente, como ella militaba con tanta fuerza por una sociedad más justa”.
Un femicidio cada 23 horas
N. F.
Hasta que la atención mundial se centró en la pandemia por el coronavirus, en Argentina se habían registrado, al menos, 68 femicidios. Este número corresponde a los primeros 68 días del año.
El Observatorio Ahora que Sí nos Ven informó que, entre el 1° de enero y el 29 de febrero, hubo 63 femicidios en el país, es decir, uno cada 23 horas. En los primeros ocho días de marzo se sumaron siete casos más.
El último fue el de Fátima Acevedo, de 25 años. Su cuerpo fue encontrado a una semana de su desaparición en Paraná, Entre Ríos. La joven había denunciado a su pareja en reiteradas ocasiones. La última vez había sido a fines de enero, cuando Jorge Martínez la amenazó con tirarle ácido muriático.
Fátima se refugió en la Casa de la Mujer de la municipalidad y el 1° de marzo desapareció. Su cuerpo fue hallado en un pozo de agua, el 8 de marzo, el mismo día que se conmemoraba el Día Internacional de la Mujer.
Jordana Rivero (28), Micaela Gordillo (25), Octavia Colque (39), Jaquelina Arjona (20), Agustina Atencio (17) y Guadalupe (8) fueron los otros casos que se registraron en los primeros días de marzo.
La asociación civil La Casa del Encuentro informó que en 2019 se produjeron 299 femicidios.