Que la situación económica actual obliga a muchas familias a rebuscárselas no es ninguna novedad. Pero eso no es justificativo para caer en delitos aberrantes como los que cometió un matrimonio de Ezpeleta, en el partido bonaerense de Quilmes, que fueron detenidos en las últimas horas.
La pareja, de apellido Caramez, había convertido su casa en un prostíbulo, con disc jockey incluído, y obligaba a una de sus hijas, de 13 años, a trabajar de "mesera sexy", mientras el resto de los niños permanecía encerrados para que "no molestaran", informaron fuentes policiales a la agencia Noticias Argentinas.
En el allanamiento, los efectivos de la Jefatura Departamental Quilmes identificaron a once hombres, aparentes clientes del lugar; a cinco mujeres, supuestas víctimas de trata de personas; y a seis menores de edad, hijos de la pareja aprehendida.
Los detenidos, que tienen 43 y 31 años, tenían ambientada la casa como un boliche: tocaba un DJ, había barra de tragos y hasta una persona de seguridad en la puerta.
La investigación y posterior allanamiento se pudo realizar gracias a las denuncias de los vecinos que observaban como llegaban chicas en remises para prostituirse. De acuerdo a la investigación, muchos de ellos cobraban un dinero extra para no hablar con las autoridades.
Los menores fueron puestos a disposición de la Justicia y serán entregados bajo custodia a sus familias. Las mujeres que eran prostituidas fueron asistidas por personal de Trata del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y de Migraciones.
Tomaron intervención en el caso la UFI n° 01 Descentralizada de Berazategui y el Juzgado de Garantías N° 7 de Berazategui, departamento Judicial Quilmes.