POLICIA
CRIMEN EN PILAR

Crimen en el country: denunciaron al médico de la policía que afirmó que el homicidio había sido un infarto

El fiscal Germán Camafreitas denunció penalmente al doctor Marcelo Rodrigué por el acta de defunción de Roberto Eduardo Wolfenson Band, quien murió asfixiado. A pesar de tener más de 30 años de experiencia, Rodrigué ignoró todas las señales de violencia en el cuerpo, lo que derivó en que no se preservara la escena del crimen.

Roberto Eduardo Wolfenson Band
Pensaron que había sufrido un infarto y se trató de un homicidio: investigan una muerte en un country de Pilar. | google street view Telam

El fiscal Germán Camafreitas denunció penalmente al médico de la policía que firmó el certificado de defunción de Roberto Eduardo Wolfenson Band, hallado el viernes 23 de febrero en su casa en un country de Pilar, asegurando que se había tratado de un infarto. No sólo la autopsia confirmó que fue un homicidio, sino que era evidente que el hombre había sido atacado, dado que tenía sangre en el rostro y en las manos y un corte profundo en la nuca. Finalmente se confirmó que fue estrangulado, probablemente con una tanza.

El ingeniero electrónico jubilado de 71 años y asesor de empresas multinacionales fue hallado muerto el viernes 23 de febrero por su profesor de piano, que llegó a las 17 para su clase habitual, y cuando nadie le abrió la puerta, avisó a la guardia, entraron a la vivienda y encontraron el cuerpo en una habitación de huéspedes, boca abajo, en un charco de sangre. Cerca de las 18.30, arribó el doctor Marcelo Rodrigué quien, sin motivos lógicos, determinó que la causa de muerte había sido natural: un infarto de miocardio. Según Infobae, los policías y el fiscal Andrés Quintana, allí presentes, consideraban “indudable” que el hombre había sido asesinado y se sorprendieron al escuchar la teoría de Rodrigué.

El insólito documento que firmó el médico legista indica: “Informo, bajo juramento de ley y demás prescripciones legales, haber examinado en el día de la fecha a quien la instrucción identificó como Roberto Wolfenson. Se trata de un masculino que se encuentra en el piso de una habitación en de cúbito dorsal, vestido con medias negras, pantalón azul y remera naranja”, escribió Rodrigué y añadió: “Presenta una lesión contusa en la región hipotenar de la mano izquierda de reciente data. Presenta sangre por boca, cabeza oscura, crepitancias (sic) pulmonares, orina en su entrepierna y antecedentes de patologías cardiacas”.

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Roberto Eduardo Wolfenson Band
“Nadie que ve esa escena pensaría que esa muerte se produjo por un infarto", opinó el abogado de la familia de la víctima

El médico ahora denunciado penalmente había sido informado de las patologías cardíacas por la viuda de la víctima, Graciela Orlandi, quien no estaba en la casa en el momento del crimen, pero regresó cuando el personal del barrio cerrado La Delfina, en la ciudad bonaerense de Pilar, le informó lo ocurrido. Wolfenson Band tenía arritmia, pero aquello no explica que el especialista con más de 30 años en la policía de la provincia de Buenos Aires ignorara las señales de violencia.

Para los investigadores del caso, Wolfenson resistió el ataque lo más que pudo: recibió golpes primero y luego fue estrangulado, aparentemente con un hilo muy finito que podría tratarse de una tanza, por lo que tenía cortes en los dedos, producto de su defensa. Con la autopsia, realizada el sábado 24, se conoció además que el ingeniero electrónico jubilado presentaba un surco de ahorcadura y hasta unos cortes en la parte posterior del cuello, sobre la nuca. Su cara presentaba lesiones en los pómulos y en la boca.

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El fiscal Germán Camafreitas, a cargo de la UFI N°3 del partido bonaerense de Pilar, denunció penalmente al médico Rodrigué en la fiscalía general de San Isidro a última hora de este lunes, por lo que se le dio aviso a asuntos internos de la Policía Bonaerense. “Nadie que ve esa escena pensaría que esa muerte se produjo por un infarto. Vi las fotos, no soy médico, pero está claro que por la gran cantidad de sangre y las lesiones que se observan, por lo menos tendría que haber dictaminado una muerte dudosa”, había opinado el abogado que actúa como representante de la familia de Wolfenson.

Tomás Farini Duggan también reflexionó que “se puede entender que haya pensado que sufrió un infarto, se cayó, se golpeó y que eso provocara una pérdida de sangre, pero no en las cantidades que se vieron en esta escena”. “La cabeza quedó debajo de una estufa, pero en ese artefacto no quedó ni una mancha de sangre visible", agregó el abogado en entrevista con Télam. Además, denunció que como consecuencia de ese dictamen médico erróneo “no se preservó la escena” del crimen.

Los hijos de la víctima pidieron que se investigue el móvil económico para el homicidio

La semana pasada, el abogado Tomás Farini Duggan reveló que la investigación tenía dificultades para determinar cuál fue el móvil del homicidio y, si bien no se descartaba ninguna, el robo no era la principal hipótesis del caso, ya que sólo se llevaron el celular de Wolfenson y en la casa había una caja fuerte con dinero, relojes de marcas y otros elementos de valor que estaban intactos. Sin embargo, los hijos de la víctima quieren profundizar en la hipótesis económica como móvil del crimen.

Por ello, Laura y Esteban Wolfenson, hijos del primer matrimonio del jubilado, se reunieron este lunes con el fiscal Germán Camafreita para “entregarle documentación con información sobre las cuentas bancarias que tenía su padre en el país y en el exterior y las tarjetas de crédito y débito que estaban a su nombre, datos sobre una caja de seguridad, un fideicomiso y otras posibles inversiones”, detalló La Nación. Los hijos creen que la desaparición del teléfono celular de la escena del crimen no es casual y que podría estar vinculada a movimientos bancarios.

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“Al margen de las cuentas y bancos resultantes de las tarjetas que se aportarán el día lunes (ayer), en un mail enviado a su contador de confianza, el 21 de julio de 2020, Wolfenson Band mencionó una caja de seguridad con un ahorro en dólares. Es de suponer que esa caja de seguridad se encontrará en el Banco Galicia o Banco Santander, porque las tarjetas recopiladas corresponden a esas instituciones crediticias, donde se entiende que también poseía cajas de ahorro; dato que la investigación deberá esclarecer”, había revelado Farini Duggan en un escrito presentado el viernes pasado.

“En caso de que el fiscal determine la existencia de una caja de seguridad, solicito que se constate su contenido. Además, Wolfenson Band poseía una cuenta en los Estados Unidos, un fideicomiso y una inversión en el llamado Pilar Bicentenario”, añadía el documento del abogado. Por último, el letrado del particular damnificado en representación de los dos hijos solicitó que el representante del Ministerio Público cite como testigo a la viuda, Graciela Orlandi, “a los fines de aportar los datos que permitirán individualizar dichos fondos para corroborar si fueron desviados a otras cuentas luego del hecho investigado en este proceso”.

 

ML / ED