Con tobilleras duales, buscan generar un “ecosistema de protección” para víctimas de violencia de género en casos donde existe una prohibición de acercamiento. Con el dispositivo, se busca monitorear y tener geolocalización tanto de víctima como de victimario para evitar que el hombre se acerque a la denunciante y para prevenirla si esto sucediera. El plan se encuentra en prueba piloto en el país y esta semana se entregaron cinco dispositivos en Santa Fe.
El mecanismo está compuesto por una tobillera que se le coloca al hombre sobre el que recae la perimetral, mientras que la víctima debe llevar un aparato similar a un teléfono que permite tenerla localizada y comunicarse con ella si desde la central de monitoreo se necesitan alertarla. El sistema cuenta con un mecanismo que permite reconocerse entre ambos aparatos (un sistema georreferencial) y dispara una alerta en caso de que el agresor viole la distancia perimetral asignada o intente sacarse la tobillera.
“La víctima tendrá una especie de teléfono, llamado track, que permite que el perímetro de restricción se vaya moviendo geográficamente (y no quede estático en el área del domicilio de la mujer). Además, genera el beneficio de que la víctima pueda retomar su vida normal; trabajar, ir a buscar a los hijos al colegio, sin sentir que queda desprotegida”, explica a PERFIL la subsecretaria de Acceso a la Justicia de la Nación, María Fernanda Rodríguez.
La especialista destaca que son múltiples las ventajas del dispositivo. “Sirve como elemento de prueba si el presunto agresor irrumpe en la perimetral, porque queda constatado informáticamente. Y ya no va a recaer en la víctima la responsabilidad de reunir pruebas o testigos para acreditar que el presunto agresor violó la restricción. Otra de las ventajas es la prevención: si él se está acercando, se le avisa a la víctima que no vaya en tal dirección y al mismo tiempo se llama al hombre para consultarle por qué está yendo hacia ese lugar. Hay ciudades chicas, como Ushuaia, en donde puede pasar que él diga que está yendo para el banco a pagar una factura, y se le va haciendo un seguimiento virtual y se activa una alerta; en caso de que sobrepase el banco, se envía una consigna a la policía, que ya está alertada, y se avisa a la víctima”, enumera la especialista.
“Son todas acciones que reducen las posibilidades de que se dispare un hecho que no puedas controlar y que termine con la vida de la víctima. Por eso, esto tiene que funcionar como ecosistema de protección para la víctima”.
El miércoles pasado, Santa Fe se sumó a esta prueba piloto que ya se aplica en otras provincias (Córdoba, Mendoza, Salta, Buenos Aires y Chubut). La provincia firmó un convenio con el Ministerio de Justicia de la Nación para contar con cinco tobilleras duales, y así se suman a las 125 que ya están en uso.