“Decí que te quemaste sola”. Rocío relató el calvario que vivió en un cementerio de Salta cuando su ex pareja la prendió fuego el año pasado. Antes de que comience el juicio contra este hombre, la víctima aseguró que el acusado le pidió que se autoincrimine. Por el ataque tiene comprometidas las cuerdas vocales, pero a pesar de las dificultades que tiene para hablar se presentó y aportó su testimonio.
Pablo Gabriel Yañez (33) comenzó a ser juzgado esta semana en Salta. El hombre está acusado de tentativa de homicidio calificado por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género. No quiso dar su versión de los hechos ante la jueza Carolina Sanguedolce, pero si lo hizo Rocío, la víctima.
Rocío Sarapura (32) no puede expresarse con claridad porque sufrió daños en sus cuerdas vocales tras el ataque y con mucha dificultad ratificó ante la jueza el calvario que padeció, informaron desde el Ministerio Público Fiscal. El acusado no estuvo presente en el discurso de la joven, por pedido del fiscal Ramiro Ramos Ossorio, ya que la víctima "está muy afectada".
Hacía seis meses que estaban en pareja, y en los últimos tres se produjeron episodios de violencia, según relató Rocío. La golpeaba y la insultaba luego de manifestar escenas de celos. El 25 de enero del año pasado ella quería terminar la relación y se acercó a la puerta del cementerio de la Santa Cruz donde Yáñez la había citado.
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Yañez la metió con violencia dentro del cementerio y la golpeó en el rostro. “Cuando estaba en el piso, me roció con alcohol y me prendió fuego con un encendedor rojo”, relató la víctima. Pudo taparse la cara con las manos y salió corriendo “a mojarse a un piletón para aliviar el dolor de las quemaduras”.
Según se reveló en esa audiencia de juicio, Rocío terminó con graves quemaduras en la parte inferior del cuerpo y en las manos. Pero también vio afectadas sus cuerdas vocales, por lo que “en la actualidad casi no puede hablar”. Además recordó que Yañez, tiempo antes, la “había amenazado con prenderla fuego si seguía boludeando”.
Rocío aseguró que tiene miedo. Y relató que su ex pareja la llamó para “amenazarla si contaba lo sucedido” y le pidió que dijera que “se quemó sola”.
Las empleadas de administración del cementerio relataron que ese día vieron a la pareja entrar, alrededor de las 17 horas, y que media hora después un operario les pidió que llamaran a Emergencia “porque había una mujer quemada”.
Cuando las empleadas se acercaron al lugar vieron a Roció “mojándose desesperadamente el cuerpo y gritando de dolor”. La actitud de Yáñez era la opuesta: estaba tranquilo. “¿Por qué me hiciste esto?”, le recriminaba Rocío a su pareja.
La hermana de la víctima, que también prestó su testimonio en el juicio, destacó que Rocío con anterioridad al ataque, no presentaba problemas para caminar y para hablar y, ahora sí los padece. Además, la joven realiza tratamientos psicológico, neurológico y fonoaudiológico ya que presenta daños de carácter permanente en su salud.
El día del ataque, ambos fueron trasladados al hospital San Bernardo, donde Rocío estuvo internada con pronóstico reservado y con asistencia respiratoria mecánica ya que tenía comprometidas sus vías aéreas. Estuvo allí hasta que logró recuperarse y obtener el alta médica a pesar de las dificultades físicas que persisten en su cuerpo. Ahora espera justicia.
