La iniciativa tiene como objetivo cubrir la alta demanda de insumos que necesitan médicos y enfermeros para no contagiarse de coronavirus. La movida surgió a partir de una propuesta de la Jefatura de la Unidad Penitenciaria N°4 de Bahía Blanca y fue canalizada por un grupo detenidos.
El modelo de la máscara es permanentemente mejorado en base a las necesidades de los profesionales de la Salud. Al respecto, el director ejecutivo de la Región Sanitaria I, Maximiliano Núñez Fariña, expresó que "serán de mucha utilidad en las diferentes áreas hospitalarias, considerando la calidad y el diseño".
“El esquema de la vincha fue diagramado por un docente del CFP Nº 403 y optimizado por el instructor de Diseño e Impresión 3D del CFP Nº 408”, amplió Andrés Contreras, regente del Centro de Formación Profesional (CFP) Nº 401.
Por su parte, el jefe de la Unidad 4, Luis Velasco, entendió que que se trata de “un aporte de gran relevancia para el personal sanitario de la ciudad, gracias a la suma de voluntades y a la solidaridad”.
Según fuentes penitenciarias, los internos ya confeccionaron cerca de 400 máscaras protectoras con impresoras 3D para proveer a los empleados de salud del penal y para hospitales locales.
A pedido de Núñez Fariña, se entregaron 150 máscaras faciales. A su vez, esta semana los principales centros de salud recibirán 100 más. Por otro lado, otros 100 se destinaron al personal médico del penal de Villa Floresta.
Los voceros contaron que para mejorar las medidas de prevención en las unidades dependientes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), los internos de otros penales también producen barbijos, camisolines y cofias.
"El material es distribuido entre el personal penitenciario que mantiene contacto con los detenidos, los profesionales de la salud y los privados de libertad que por alguna razón de urgencia deban salir del establecimiento", explicaron a PERFIL.
La producción comenzó el mes pasado como respuesta al plan de contingencia que busca evitar el ingreso y propagación del COVID-19 en los centros de detención.
En 32 días de trabajo, ya elaboraron 85.000 elementos de protección personal en los doce talleres textiles que funcionan en distintas unidades de la provincia de Buenos Aires.
LN / DS