Una pianista de 102 años murió de hambre y sed al quedar abandonada después de que su hijo matara a su concubina y se suicidara en el partido bonaerense de San Miguel.
Todo ocurrió en una vivienda de Paraguay al 2000, en la localidad de Bella Vista, donde la anciana vivía con su hijo, Osvaldo, de 66 años, y la concubina de éste, Sandra, de 53.
Los crímenes se conocieron ayer cuando la Policía de la Provincia de Buenos Aires acudió al lugar a pedido de los familiares de las víctimas, por los reiterados llamados telefónicos sin respuesta. Al llegar, encontraron los tres cuerpos.
Los agentes de la comisaría 2da. de Bella Vista y de la Policía Científica determinaron que la mujer presentaba golpes de vieja data y un tiro en el pecho, mientras que el hombre tenía un balazo en la boca. Ambos disparos se habrían realizado hace 10 días, explicaron fuentes policiales a la agencia DyN.
La anciana estaba muerta en su cama, pero sin lesiones. Los detectives creen, de acuerdo a la reconstrucción realizada en base a las pruebas halladas en la casa, que Osvaldo mató a su mujer de un tiro en el pecho y, al comprobar su muerte, se suicidó. Según la autopsia, la anciana murió por deshidratación y falta de alimentación al quedar sola con los cadáveres de su hijo y su nuera en el lugar.
El caso es analizado por policías de la Distrital San Miguel, quienes se entrevistaban con los familiares de las víctimas para confirmar los datos y las posibles circunstancias del caso.
