Julieta cayó de un octavo piso en Entre Ríos. Su novio llamó a la policía y dijo que se había tirado. En Florencio Varela, también una mujer murió y su pareja argumentó que se había caído de una escalera. Ninguno de los dos testimonios fue convincente, y los investigadores entendieron que esos hombres quisieron desvirtuar la realidad y la violencia ejercidas sobre ellas. Por eso, ambas causas fueron caratuladas como femicidios.
Los crímenes de Julieta Riera (24) y Clara Maciel (42) no fueron los únicos registrados en el último día de abril. En Merlo, ese día también fue asesinada Norma Gallo (54) y en Tucumán fue atacada Rosa Guaraz (56).
Desde que se decretó la cuarentena, al menos 36 mujeres fueron asesinadas por violencia de género (8 en marzo y 28 en abril), según el último informe presentado por la asociación civil La Casa del Encuentro, confeccionado a partir de los casos que son publicados en los medios de comunicación. Allí no se incluye el crimen de Julieta porque era un caso en duda al cierre del trabajo, ni el de Norma, que se conoció un día después. Con estos dos suman 38.
Julieta cayó del octavo piso de un edificio en la zona céntrica de Paraná. El informe de autopsia conocido ayer determinó que “tenía lesiones previas” por eso su pareja, Jorge Julián Christe (31), fue detenido.
El Ministerio Público Fiscal de Entre Ríos informó que la conclusión de la autopsia realizada al cuerpo de la joven indicó “la existencia de concretos signos de violencia previos al fallecimiento”.
Christe, quien según voceros vinculados a la pesquisa es hijo de una ex jueza, ya jubilada, se encuentra detenido en alcaidía de los Tribunales de Paraná.
Clara Maciel fue asesinada a golpes en su casa ubicada en la calle Bahía Blanca al 1300, en Villa Vatteone, en el partido bonaerense de Florencio Varela, el jueves pasado. Su pareja, José Antonio Fleitas (58), llamó a la policía y dijo que durante la madrugada ella se había caído por la escalera y luego se acostó en la cama. Y más tarde la encontró muerta. No le creyeron. Las autoridades confirmaron que había radicadas denuncias previas por violencia. Fleitas quedó detenido como el autor del crimen.
Según el informe de la organización, una de cada cinco mujeres había hecho denuncias previas.
El hogar se convirtió en el lugar más inseguro para las mujeres víctimas de violencia de género (ver aparte). Norma Gallo fue atacada en su propia casa, ubicada en Plus Ultra al 100, en la localidad bonaerense de Libertad, Merlo. Fue asesinada a golpes y cuchilladas. Su pareja fue detenida.
El hecho es investigado por la fiscal Marcela D’Ascencao, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11, especializada en Violencia Familiar y de Género del Departamento Judicial Morón. La funcionaria caratuló la causa como “homicidio agravado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre mediando violencia de género”.
En Tucumán fue asesinada Rosa Guaraz. La principal hipótesis de los investigadores es que la mujer fue atacada por su pareja, Néstor Salas (80). El hombre le habría pegado un tiro en la cabeza y luego se suicidó. “Hay mi amor que golpe tan duro me acaba de dar la vida. Cómo hago para seguir sin vos. Cómo hago mi amor me arrancaron un pedazo de mi alma, mamita mia”, escribió su hija en las redes sociales.
Datos. En los cuarenta días que se lleva de cuarentena, 36 mujeres fueron asesinadas, según reporta La Casa del Encuentro, que elabora informes de los femicidios desde 2008. El 63% de los femicidas tenían un vínculo estrecho con la víctima: eran sus parejas o ex parejas.
Por eso, desde la asociación destacaron que realizaron este informe “para visibilizar que la violencia de género aumenta en convivencia obligada, siendo la vivienda el lugar más inseguro”. En el aislamiento obligado por el Covid-19, también se registró un cambio en la forma de ataque elegida por los victimarios. El principal modo de agresión era el arma de fuego, pero en estos cuarenta días la mayoría de los femicidios fueron a golpes.
La provincia de Buenos Aires concentra el mayor número de casos. Allí hubo 16 femicidios (el 44%), y sigue Santa Fe con cuatro. Una problemática que se agudizó con la cuarentena.
Violencia machista: la casa es el lugar más inseguro
En esta época de pandemia por el coronavirus y aislamiento social, el hogar fue el lugar más inseguro para la víctima. Más del 70% de los crímenes de género ocurrieron dentro de la casa, según datos de la ONG La Casa del Encuentro.
“El aislamiento obligatorio genera una sensación de desconcierto, sabemos que es imprescindible respetarlo por una cuestión sanitaria, pero entender esto no impide la turbación que sentimos al no poder desplazarnos por las calles con libertad. Salimos lo mínimo e indispensable y regresamos rápidamente a nuestro hogar, a ese espacio que nos protege, nos alberga y nos brinda seguridad. Esto le sucede a la mayoría de la gente. Excepto a las mujeres que están en aislamiento obligatorio con el agresor. La vivienda para ella representa un peligro”, dice a PERFIL Ada Rico, presidenta de la ONG que realizó el informe.
“En este tiempo de pandemia –continúa–, sabemos que la violencia sexista no se detiene por la cuarentena, por esto solicitamos al Estado que se profundicen las medidas de protección para quienes se encuentran en una situación de violencia”.