Un hombre fue denunciado por los vecinos del barrio porteño de Villa Lugano, luego de que los amenazara con un cuchillo en medio de un aparente "brote psiquiátrico". Ante el riesgo inminente, efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires lo redujeron con el uso de una pistola Taser, tras la negativa a deponer su actitud.
El hecho ocurrió en la intersección de la avenida Larrazábal y la calle Barros Pazos, donde personal del Despliegue de Intervenciones Rápidas (DIR) de la fuerza porteña acudió en apoyo tras una alerta emitida por efectivos que estaban en el lugar. Allí se encontraron con el sospechoso, que según el parte policial al que accedió este medio, tiene 33 años y es de nacionalidad boliviana.
El sujeto seguía empuñando el arma blanca y se mostraba hostil, mientras que no daba respuestas a las advertencias de los agentes. Frente a este escenario y el riesgo inminente, “los uniformados hicieron uso de un Dispositivo Electrónico de Inmovilización Momentánea (DEIM), logrando inmovilizarlo y desarmarlo sin que resultaran personas heridas”.
Tras su arresto, se hizo presente personal del SAME (Sistema de Atención Médica de Emergencia), que diagnosticó al detenido con un “ataque psiquiátrico” y le brindó la atención correspondiente.
La Unidad Fiscal de Flagrancia Sur, a cargo de la Dra. Blandini, ordenó que el imputado quedara detenido mientras se esclarece lo denunciado por los vecinos de la zona.
Imágenes sensibles: la detención del sospechoso con el uso de una Taser
A través de las redes sociales, la cuenta oficial de X de la Policía de la Ciudad compartió un video tomado por el efectivo que porta el dispositivo electrónico y que muestra la secuencia con nitidez. Primero se ve a un móvil circular a alta velocidad, el cual luego se detiene y los agentes inician el descenso tras identificar al hombre.
El individuo tenía una mochila y una capucha sobre la cabeza y mientras caminaba los efectivos le apuntaron a una distancia considerable para controlar la situación. En su mano derecha se observa el cuchillo, que no bajó a pesar de las advertencias. El hombre no se detuvo y, en ese momento, el efectivo le disparó con la Taser, después de dar la voz de alto.
Estas armas “no letales”, según se informa en su prospecto, “son los dispositivos de transmisión de impulsos eléctricos de menor amperaje y mayor divulgación del mercado”. Cuando alcanzan al agresor, "le provocan hasta 19 contracciones musculares por segundo, inmovilizándolo de manera inmediata, permitiendo su arresto sin poner en riesgo la integridad física de los involucrados”, añade.
También pueden utilizarse de 2 formas, disparando sus dardos a una distancia máxima de aproximadamente de 7,5 metros (dependiendo del cartucho) o “haciendo contacto directo con el agresor”.
FP
