El dolor más grande y el deseo de reflotar. La identificación con un grupo que pasó por la misma situación. Una oportunidad para ayudar. Y ayudarse. Estas premisas buscan resumir los últimos días de la mamá de Angeles Rawson, Jimena Aduriz, en los cuales decidió compartir sus miedos y angustias con las Madres del Dolor. Les pidió que la acompañen en el juicio contra el portero Jorge Mangeri y les adelantó que después de conocerse la sentencia se sumará a la ONG.
“En este abrazo se funde la unión de todas las mamás que nos aferramos a la Justicia por nuestros hijos”, escribió la mamá de Mumi en una foto en donde se la ve rodeada por integrantes de la asociación.
Cinco días antes del inicio del juicio contra Mangeri por el asesinato de Angeles, Jimena se reunió con algunas integrantes de Madres del Dolor para buscar apoyo y contención en esas mujeres que también perdieron a sus hijos de manera trágica. Esa tarde, en la sede de la asociación, conversó por más de tres horas con Silvia Irigaray (presidenta de la ONG), Marta Canillas e Isabel Yaconis. “Ella se abrió y nos permitió que la contengamos, y justamente acompañar es lo mejor que podemos hacer las Madres del Dolor. Ella no se cansa de decirme que se siente como una más de nosotras porque no perdemos el eje y estamos siempre dispuestas a escuchar. Por eso, nos sugirió que cuando termine el juicio quiere formar parte de la asociación”, comenta a PERFIL Irigaray, pero aclara: “No es tarea fácil pertenecer a la ONG porque atendemos a cada familia que nos necesita y para eso hay que estar emocionalmente fuerte, porque sino, tanto dolor te derrumba”.
La mamá de Angeles se sintió contenida y cómoda con las miembros de la ONG. Por eso cuando regresó a su casa escribió en su cuenta de Facebook: “En este abrazo se funde el amor, la búsqueda de la verdad, la unión de todas las mamás que nos aferramos a la Justicia por nuestros hijos. Y el valor que me transmitieron estas mamás y amigas que hacen de la transformación de su dolor, su elección de vida. Heroicas, humildes, hermosas! Gracias una y mil veces, que Dios las bendiga”.
Para Iragaray ese comentario de Aduriz fue gratificante: “Bienvenida sea esa decisión de Jimena de dejarse acompañar porque si no, el dolor y la tristeza te consumen. Yo en algún momento me consumí y después pude salir. Cuando ella me llama diciéndome que no tiene ganas de levantarse de la cama, le recuerdo que por nuestros hijos hay que vivir y sonreír”, señaló.
El inicio del juicio. El mayor desconcierto que sentían los padres de Angeles era saber cómo iban a reaccionar cuando estuvieran frente al portero al que no habían vuelto a ver desde la detención. “En el caso Angeles hay una traición de un conocido, lo que es diferente a lo que nos pasó a nosotras, porque a nuestros hijos los mató un extraño. Pero a Mumi la asesina una persona que la vio crecer y hasta la fue deseando durante esos años. Por eso, para estos papás es desgarrador pensar que el culpable estaba tan cerca de ellos”, explica Silvia.
“Jimena miraba a Mangeri y no lo podía creer: ese hombre era su vecino, al que saludaba todos los días cuando se iba a trabajar. Lo único que quiere entender ahora es por qué lo hizo”.
Una angustia contenida invadió a la mamá de Mumi cuando terminó la primera jornada del juicio. “Jimena se apoyó en mi pecho desgarrada por el dolor que le provocó haber visto a Mangeri. Lloró mucho. Tanto ella como Franklin tienen una necesidad de afecto, pero de ese afecto que proviene de los que sabemos lo que significa que se te parta el corazón y le vida por el asesinato de un hijo”.
Mangeri, con una barra de incondicionales
El portero Jorge Mangeri (46), acusado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado por haber causado un grave daño a la salud física de la víctima, y femicidio agravado por haber sido cometido criminis causae (para ocultar otro delito) contra Angeles Rawson, evitó cruzar mirada con los padres de la joven que fue asesinada el 10 de junio de 2013. Pero tampoco pudo recibir el apoyo de su esposa, Diana Saettone.
Es que la mujer debió seguir la primera jornada del juicio por uno de los televisores apostados en Tribunales ya que por ser testigo en la causa no puede ingresar a la sala hasta no declarar ante
los jueces.
Durante las cuatro horas que duró la primera audiencia, Mangeri agachó la cabeza y miró el piso. Pero la única vez que esbozó una sonrisa fue cuando el Tribunal Oral en lo Criminal 9 ordenó un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles, para resolver el pedido del defensor Adrián Tenca. Este volvió a cuestionar a los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas por “parcialidad manifiesta” y denunció que su cliente se encuentra en “estado de indefensión”.
Cuando el portero se retiraba para ser llevado de nuevo al penal de Ezeiza fue aplaudido por una veintena de familiares suyos que se hicieron remeras con su cara y la palabra “inocente”.