María Mercedes Subelza, la mujer violada en Puerto Deseado, Santa Cruz, y a quien le mataron a su hijo de cuatro años el jueves 20 de febrero, regresó a Salta, provincia de la que es oriunda. Ahora, junto a su familia aguardan la llegada de los restos del menor para poder oficiar una misa y enterrarlo en Rosario de la Frontera, donde viven.
Acompañada por su esposo, Celso Subelza, y sus otros tres hijos, todos arribaron la noche del martes 25 de febrero al aeropuerto internacional Martín Miguel de Güemes, a casi una semana del terrible episodio que atravesó la mujer.
La familia fue recibida por el gobernador de la Provincia, Gustavo Sáenz; el ministro de Seguridad de Salta, Juan Manuel Pulleiro; el coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación, Pablo Outes; la secretaria de Derechos Humanos, Mariana Reyes; personal de Gendarmería Nacional y un cura párroco, según consignó el medio local El Tribuno.
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Al llegar, la vícctima fue llevada a una clínica donde fue asistida y observada por profesionales para estar al cuidado de su salud. Luego todos fueron trasladados a una casa de huéspedes ubicada en los cuarteles de la Gendarmería Nacional. Reyes explicó que allí la familia esperará la llegada de los restos de Santino, de 4 años, asesinado a golpes
“La situación es muy conmovedora, lo que ha pasado es trágico y desde la provincia de Salta nos hemos puesto a disposición de la familia. Hemos estado en contacto desde el momento que ocurrió el hecho con la gente de Puerto Deseado, la Municipalidad y por supuesto la familia a quienes se los asistió y acompañó desde un primer momento”, manifestó la funcionaria.
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Una vez que esto se concrete, que se estima que sea antes del mediodía de este miércoles, se trasladarán en caravana hasta Rosario de la Frontera, ciudad ubicada a unos 180 kilómetros al sur de la provincia, donde se realizará una misa y luego enterrarán al menor.
Por el hecho hay dos detenidos: se trata de Omar Alvarado, de 33 años, y un joven de 16, ambos identificados por la víctima en una rueda de reconocimiento. El padre del menor involucrado aseguró en declaraciones a una radio local que si su hijo hizo algo debe pagar. "Quiero que nos dejen de amenazar, a mi hijo, a mi señora, a mi nieto. No soy una mala persona. Yo a mi hijo no le enseñé a robar ni a lastimar a la gente; si lo hizo, que pague. Trabajo y soy honesto, no quiero vivir con la cabeza gacha por lo que hizo, si así fue", completó.
El caso. El aberrante hecho ocurrió el pasado jueves por la tarde en la zona costera de Puerto Deseado, al norte de la provincia de Santa Cruz. Allí, María Mercedes, de 45 años, caminaba junto a su hijo Santiago Luciano Ricardo Subelza, de 4, cuando se cruzaron con los atacantes en un trayecto denominado "Cueva de los Leones".
La mujer relató que desde allí fue llevada junto a su hijo hacia la zona de la playa y el niño fue arrojado desde un acantilado, lo que provocó su muerte inmediata. La autopsia determinó que el menor falleció por una hemorragia interna producto de politraumatismos de cráneo realizados con un elemento contundente.
Cientos de vecinos del lugar se congregaron durante varios días para pedir justicia por lo que le sucedió a María. De hecho, cuando la mujer se retiró del hospital local junto a su marido, él se encargó de agradecerles el apoyo recbidio.
F.D.S./FeL