La ronda de indagatorias por la muerte de Diego Armando Maradona (60) tuvo un capítulo central ayer con la exposición que realizó una de las principales acusadas, la psiquiatra Agustina Cosachov (36), y encargada de prescribir la medicación que recibía el ex capitán del seleccionado de fútbol.
Casachov llegó a la fiscalía de San Isidro acompañada de su abogado defensor, Vadim Mischanchuk, quien enseguida adelantó que su defendida iba a entregar un escrito con su versión y que luego respondería todas las preguntas del equipo de fiscales que investiga la muerte del Diez.
Mischanchuk aclaró que Cosachov no tenía miedo de quedar detenida después de la indagatoria porque a su entender “no hay riesgo de detenciones en este expediente”. Al menos por ahora.
La psiquiatra está acusada por “homicidio con dolo eventual”, un delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel, pero además se le imputa la figura de “falsedad ideológica”, porque aparentemente habría confeccionado, en octubre de 2020, un certificado de aptitud mental de su paciente sin ir a visitarlo.
“Niego categóricamente que mi accionar tenga relación con el penoso óbito del paciente”, señaló la psiquiatra en el escrito.
Cosachov, entre otras cosas, explicó que ella era la médica psiquiatra y que “no tuvo nada que ver con el control clínico del paciente”.
“Maradona, lamentablemente, falleció de un tema coronario que no se vincula de ninguna manera con las cuestiones psiquiátricas que ella atendía”, señaló su abogado.
El letrado explicó que el estado del ex DT de Gimnasia y Esgrima La Plata no requería una internación en una clínica psiquiátrica y aseveró que la medicación que prescribía su defendida “no tuvo ninguna incidencia en el lamentable deceso de señor Diego Armando Maradona” y que “la tomó también durante la internación en terapia intensiva de la Clínica Olivos, lugar donde esa medicación fue indicada por otros médicos”.
Mischanchuk recalcó que su defendida solo “daba órdenes médicas desde el punto de vista psiquiátrico, pero no podía dar órdenes médicas desde otro aspecto” e insistió en que Cosachov no tenía nada que ver con la parte clínica.
Cosachov también respondió sobre el delito de “falsedad ideológica”. Sobre este punto, rechazó la acusación y explicó que no firmó un certificado sino una nota en octubre de 2020 que informaba que Maradona estaba ubicado en “tiempo y espacio”.
“Ese documento no es un certificado. Esa nota no acredita que estaba bien, esa constancia solamente dice ‘paciente vigil’, que es lo contrario a dormido, ubicado en tiempo y espacio. En la Argentina hay un marco legal de telemedicina que permite hacer recetas y constancias sin ver al paciente”, aclaró su abogado.
En la mira. La responsabilidad de Casachov es una de las más cuestionadas por los investigadores, porque se trata de una de las personas que firmaron la externación de la Clínica Olivos.
Para los fiscales, la psiquiatra “no adoptó los recaudos adecuados” que “el cuadro del paciente exigía”. Entre otras cosas, entienden que “no le impuso límites” teniendo “pleno conocimiento de la patología cardíaca” que presentaba Maradona.
Además, creen que “no aseguró la correcta administración de la medicación y psicotrópicos desentendiéndose de los efectos adversos” y que “obstaculizó la concurrencia al domicilio de un médico clínico y un nutricionista”.
Los encargados de la investigación entendieron que la especialista no adoptó “un plan de contingencia y seguimiento del caso” y permaneció “indiferente frente a las graves falencias”.
También señalan que el día de la muerte de Maradona “omitió encargarse personalmente de la reanimación del paciente”.
Maradona falleció, a los 60 años, el 25 de noviembre del año pasado. La operación autopsia determinó que su muerte se produjo a raíz de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”. En el estudio, los forenses descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.
Una junta médica concluyó que era un paciente con pluripatologías que agonizó 12 horas antes de su muerte, que lo de la casa del country San Andrés no era una internación domiciliaria y que pudo haber tenido “más chances de sobrevida” si hubiera estado en una clínica.
La ronda de indagatorias
La psiquiatra Agustina Cosachov es la sexta imputada en la causa que investiga la muerte de Diego Armando Maradona. En las últimas dos semanas declararon tres integrantes del equipo de enfermeros, el psicólogo personal y la médica que coordinaba la internación domiciliaria del ex capitán de la selección Argentina de fútbol.
Nancy Edith Forlini (52), médica a cargo de la Gerencia de Cuidados Domiciliarios de la empresa Swiss Medical, declaró por escrito pero se negó a contestar las preguntas de los fiscales. Entre otras cosas, aseguró que los profesionales que estaban a cargo del tratamiento eran Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov.
Mariano Perroni, jefe de los enfermeros, también apuntó contra la psiquiatra al afirmar que todas las indicaciones que recibían provenían de ella y la médica Forlini. Además, señaló que la premisa era “no molestar ni invadir” a Maradona.
Carlos “Charly” Díaz, su psicólogo personal, manifestó que “su intervención en ningún modo pudo haber influido en la muerte de Maradona en su condición de especialista en adicciones”.
El caso
◆ La autopsia determinó que Maradona murió a raíz de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrieron en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.
◆ El equipo de fiscales sospecha que hubo “dolo eventual” y calificó el caso como “homicidio”.
◆ Según el informe de la junta médica, la asistencia que recibió el Diez fue deficiente y los encargados sabían del riesgo que corría el paciente, pero no hicieron nada para evitar su muerte.