El empresario kirchnerista, Lázaro Baéz, volverá esta noche a la cárcel de Ezeiza, luego de que los médicos del Cuerpo Médico Forense determinaran que su estado de salud es "bueno" y que "no tiene una enfermedad coronaria". La revisión fue ordenada por el juez federal Sebastián Casanello, que instruye la causa por lavado de dinero, por la que Báez está preso desde hace un año.
Luego de que los médicos del Sanatorio de los Arcos le dieran el alta esta tarde, el abogado Maximiliano Rusconi presentó un escrito para que permaneciera internado, responsabilizando a las autoridades judiciales de lo que pudiera sucederle. Frente a la medida, Casanello ordenó una revisión al Cuerpo Forense que determinó que su salud no estaba en peligro.
Tras esto, el juez libró oficios tanto al Servicio Penitenciario Federal como al área penitenciaria del Ministerio de Justicia para instrumentar las "medidas necesarias para garantizar el estricto cumplimiento de los cuidados de salud" ordenados para Báez, indicaron fuentes de la causa a DyN.
Báez fue trasladado el martes por la noche al Sanatorio del barrio de Palermo con un cuadro de arritmia que no pudo ser controlado por los médicos del Servicio Penitenciario Federal. Allí permaneció internado por su seguridad, y fue sometido a un cateterismo cardíaco y otros estudios médicos.
El empresario sufre, además, hipertensión y diabetes, problemas que son controlados por los médicos de la prisión. La defensa había hecho hincapié varias veces en la patología del empresario para pedir un arresto domiciliario, que fue rechazado.
El empresario está detenido desde el 5 de abril de 2016, en el marco de la investigación por la causa de lavado de dinero conocida como "la ruta del dinero K".