Un hombre mató de un disparo cerca del corazón a su hijo en el año 2020, en Mar del Plata, y luego confesó que lo tenía "cansado". Dos años después, será sometido a un juicio por jurado popular. La situación entre el agresor y la víctima estaba desgastada desde hacía tiempo y tuvo un desenlace fatal, resumido en una fría confesión: "Le disparé porque me tenía cansado”.
De acuerdo con la información del medio local La Capital, el hombre será sometido ante un juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2. Allí estará sentado Guillermo Cuenca, acusado de matar a su hijo Diego.
La fiscal Romina Díaz presentará la acusación por “homicidio agravado por el vínculo”, mientras que la defensa de Cuenca se va a centrar en la figura de legítima defensa, anclado en la compleja relación de ambos. También se apoyan en testigos que hablaron de supuestos problemas de Diego Cuenca con el alcohol y otras sustancias.
En el año 2017, la hermana del difunto e hija del asesino se había ido del domicilio por agresiones y también porque “le daba miedo”.
Qué pasó en la casa de los Cuenca
El domicilio ubicado en Figueroa Alcorta al 2000 fue escenario del crimen perpetuado el 4 de junio del 2020 que empezó con un llamado de la madre del joven a la policía por una discusión entre los dos protagonistas del hecho.
Presentes allí, las autoridades observaron que el conflicto verbal ya había terminado. Sería el comienzo del trágico hecho, ya que horas después Guillermo y Nicolás Cuenca reanimaron sus viejas rencillas. Nuevamente, la esposa del primero y madre del segundo se comunicó con el 911.
Cuando llegaron, el joven se había retirado. “Si mi hijo vuelve le voy a pegar un tiro”, adelantó su padre. El joven regresó y la pelea escaló nuevamente. “Bueno, mátense, yo me voy”, dijo la esposa de Guillermo Cuenca, cansada de las peleas. “Si te vas, le voy a pegar un tiro”, avisó por segunda vez el asesino.
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Todo culminó en horas de la noche, cuando Guillermo Cuenca descargó un tiro calibre 14 cerca del corazón de su hijo. El joven convaleció hasta la casa de un vecino, que dio aviso a la policía.
“Yo le disparé porque me tenía cansado”, le dijo el homicida a la policía, con el cuerpo de su hijo siendo trasladado por una ambulancia. Posteriormente, falleció en el Hospital Interzonal por un paro cardiorrespiratorio.
GI/fl