Exequiel Sanso, el adolescente de 17 años del que nada se sabe desde las 5 de la mañana del 1º de enero, y a quien la Policía busca incesantemente luego de que su familia apareció masacrada en una casa de la localidad platense de Melchor Romero, continúa sin aparecer, pese a los allanamientos llevados a cabo y a los rastrillajes por pastizales y bancos de agua.
“No tiene dinero, debe estar por ahí dando vueltas”, dijo Marcelo Martini, el fiscal que investiga el triple homicidio, y si bien el joven ya lleva cuatro días sin siquiera tener contacto con su celular, sus redes sociales y sin haber sido registrado ni por una cámara de seguridad, las palabras del titular de la UFI número 3 comienzan a tener validez a medida que surgen testimonios de personas que aseguraron verlo.
En ese sentido, ya hay volcadas en la causa cuatro declaraciones de testigos que dijeron haberlo visto a media mañana del viernes pasado cerca del predio del hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, con “ambas manos vendadas”, de acuerdo con lo que relataron ante el fiscal. Al lado del centro de salud funciona el Instituto Psiquiátrico, donde “es fácil pasar desapercibido”, le contaron a PERFIL.
“Uno puede pasearse por los predios sin llamar la atención. Es un lugar de una gran cantidad de hectáreas, enorme”, agregó el vocero. ¿Puede estar oculto entre los pacientes internados? Es una posibilidad, sobre todo por la zona en la que juran haberlo visto, pero el problema es que al no contar con cama asignada no puede pasar la noche.
En las últimas horas se sumó, además, un quinto testimonio. Se trata de una mujer, que refirió cruzárselo ayer a las 13.15 caminando por las calles 520 y 169, con dirección al mencionado centro de salud –ubicado en 520 y 173–. “Iba con una remera gris, un pantalón de gimnasia, gorra roja y un bidón de nafta”, relató. La Justicia analiza estas palabras, sobre todo por la vestimenta, ya que aquellos que lo vieron durante la madrugada del 1° de enero, antes y después de los asesinatos, refirieron que llevaba una remera roja, un pantalón negro del club Estudiantes de La Plata y zapatillas negras.
Masacre en La Plata: mataron con violencia a un hombre, una mujer y una nena
En otro sentido, pese a que Martini tiene plena creencia de que Sanso se encuentra en La Plata, algunos investigadores no son tan optimistas. “Es posible que ya no esté en la ciudad. Pudo haber llegado a algún punto del Conurbano en un transporte público”, admitió uno. Y sus palabras tienen fundamento, ya que los cuerpos de las tres víctimas de la masacre fueron descubiertos unas 18 horas después de los asesinatos. De haber sido el joven el autor de la matanza, contó con tiempo de sobra para escapar antes de que su nombre comenzara a sonar.
Mientras tanto, detectives de la DDI La Plata rastrillan distintas zonas, y parte de su personal trata de conseguir todos los registros fílmicos posibles de las distintas estaciones de trenes y las terminales de colectivos, además de recorrer la zona de Romero “casa por casa”.
Por el momento, Martini no cuenta con evidencias que vinculen a Sanso con los homicidios, y por eso, si bien abrió una causa por “averiguación de paradero”, no solicitó ningún pedido de captura. “No lo acuso de ningún delito. Lo buscamos para tomarle testimonio porque vivía con las víctimas”, confió el fiscal.
Alma Manino (5), su madre, Graciela Holsbak (60) y la pareja de esta última, Raúl Bravo (53) fueron acuchillados tras el brindis de Año Nuevo en una casa de las calles 523 entre 164 y 165. Los adultos tenían al menos 12 puñaladas –él, una mortal en el corazón y ella en el abdomen–, mientras que a la niña la degollaron, le cortaron las piernas por debajo de la rodilla y la metieron en una bolsa.