Tras la desaparición del joven Luciano Arruga hace tres años, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le pidió respuestas al gobierno argentino. Por ese exhorto, un secretario de Cristina Fernández de Kirchner le solicitó a la fiscal de La Matanza, Cecilia Cejas, que le efectuara un informe sobre la investigación. Lo mismo hizo el Ministerio de Seguridad bonaerense. Pero la pesquisa avanzó muy poco y no hay detenidos.
A su vez, los familiares de Luciano Arruga pidieron ser recibidos por la Presidenta, pero nunca obtuvieron respuesta. El gobernador Daniel Scioli los convocó, pero según recordó a este portal Vanesa, la hermana de Luciano, "los dejó dos horas esperando" y al final un asesor del gobernador les comunicó que "se quedó sin agenda".
"Esto demostró su falta total de interés", opinó.
A mediados de 2009, finalmente, los recibieron los entonces ministros de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, y el de Justicia, Ricardo Casal. La reunión terminó a los gritos y la hermana y la madre de Luciano tuvieron que retirarse. La familia se quejó porque los ocho policías sospechados de torturar y matar a Luciano siguieron en funciones y ninguno siquiera imputado por la Justicia.
Por su lado, fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron a Perfil.com que la cartera "siempre estuvo a disposición de la familia. Junto con ellos y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) avanzamos con el cierre del destacamento policial. Siempre se mantuvo una permanente disposición, incluso la Auditoría de Asuntos Internos de la bonaerense dio cumplimiento con las órdenes de los fiscales".
Sin respuesta. Uno de los abogados de los Arruga, Juan Manuel Combi (otros los provee el CELS) precisó que él y los familiares fueron recibidos cinco meses después de la desaparición por Luis Alén, asesor del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde. "¿Si hubo respuesta? Sí, un spot de TV en que Arruga aparecía como un chico perdido. Una vergüenza", disparó el letrado.
Perfil.com quiso obtener una contestación de esa Secretaría de Presidencia, pero no respondieron los llamados.
El abogado de la APDH también se lamentó que "el Estado no haya hecho nada por Luciano Arruga" en tres años y que en el caso Candela "hubiera cámaras de TV y el mismo Scioli en persona", pero en el causa Arruga "no hayan dispuesto un solo helicóptero".
Obras sobre sangre. A 500 metros del destacamento policial donde el joven de 16 años habría sido torturado, y a menos de 1 km de donde vivía, se encuentra el Monte Dorrego. En ese descampado, un perro entrenado olfateó sangre de la víctima y habría una esperanza de que allí estuvieran sus restos.
Sin embargo, en ese mismo terreno hoy están siendo edificadas viviendas del Plan Federal a cargo del Ministerio de Planificación de Julio de Vido. El georadar, que a la fiscalía le costó meses obtener, pudo observar la remoción de tierras por las obras. Ahora, la red de cloacas obstaculizan casi por completo el hallazgo de eventuales restos humanos.
(*) De la redacción de Perfil.com.