Patricio Leonel Reynoso (32), el novio de Pilar Riesco (21), la joven que murió al caer del cuarto piso de un edificio del barrio porteño de Nueva Pompeya, lleva siete días prófugo y nadie sabe dónde está. Desde el pasado jueves 1 de abril, cuando la Justicia ordenó su captura, el presunto femicida no regresó a su departamento y aparentemente perdió contacto con su familia.
La mamá de la víctima teme que no puedan encontrarlo. "Por la inoperancia de la Justicia el asesino de mi hija está prófugo. Estoy desesperada, necesito que lo encuentren", reclamó Adriana Chiaverano.
En un mensaje viral, la mujer reiteró sus críticas a los investigadores por la decisión de liberar a Reynoso en el inicio de la causa: "La Justicia no hizo nada. No investigó y dejó libre al asesino de mi hija. Yo tuve que oficiar de fiscal para lograr el cambio de carátula, que hoy es homicidio doblemente calificado agravado por violencia de género."
La semana pasada la jueza Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 51, Graciela Angulo de Quinn, ordenó la detención del supuesto femicida al entender que existe "peligro de fuga”. Lo declaró en rebeldía y emitió una prohibición de salida del país.
El joven seguía viviendo en el mismo departamento de la calle Alagón al 300, donde el domingo 15 de marzo de 2020 Pilar fue asesinada a golpes y arrojada al vacío, según se desprende de la investigación penal. Sin embargo, cuando una comitiva policial fue a detenerlo no lo encontraron. De acuerdo a las fuentes, lo fueron a buscar a la heladería de la avenida Corrientes, donde solía trabajar, pero tampoco lo ubicaron.
Reynoso trabaja en la distribuidora de helados perteneciente a su familia. Desde el jueves 1 de abril que los investigadores no saben dónde está. Federico Riesco, el hermano de la víctima, no pierde la esperanza y cree que no puede estar muy lejos. "Ya a va a caer, es cuestión de tiempo", aseguró a Perfil.
Pelea y muerte
Según los investigadores, la pareja discutió la noche anterior a la muerte de Pilar y, cerca de las 3 de la tarde del domingo 15, cuando se despertaron, volvieron a pelearse.
Reynoso fue detenido ese mismo día. Pero cuarenta días después salió en libertad por falta de mérito. La semana pasada la Justicia ordenó su detención, en base a distintos elementos de prueba que fueron recolectados en los últimos meses.
En su momento, el acusado declaró que su novia se quitó la vida, aunque esa versión nunca les cerró a los investigadores ni a la familia de la víctima.
En la indagatoria, le explicó a la jueza Angulo de Quinn, y al fiscal penal Martín López Perrando, cómo fue que supuestamente su novia terminó cayendo por el balcón del cuarto piso.
Las historias más impactantes de los cincuenta primeros femicidios del año
Según su versión, Pilar se sentó en la baranda, pasó una pierna, después la otra y se tiró. “Se quiso suicidar”, fueron las palabras que utilizó para explicar cómo terminó cayendo al vacío. ¿Por qué discutieron? El acusado reconoció que las peleas entre ellos eran frecuentes y recordó que en la última discusión ella lo increpó y le dijo que “no lo quería más”.
Sin embargo, las pericias no avalan esta teoría. En la baranda, por ejemplo, no detectaron huellas dactilares ni gotas de transpiración. Además, de acuerdo a los dichos del acusado, Pilar lo habría amenazado con un cuchillo, pero los especialistas tampoco detectaron rastros que sostengan esta afirmación.
Otro dato relevante es que Pilar no tenía antecedentes suicidas ni jamás manifestó intenciones de quitarse la vida. Estaba feliz: había retomado sus estudios de Recursos Humanos en la Universidad de la Marina Mercante y conseguido trabajo como empleada en un banco, gracias a la ayuda de uno de sus hermanos.
“Hay pruebas suficientes que lo incriminan –dice sobre el acusado el hermano de la víctima–. Por ejemplo, la principal testigo, que es amiga del acusado hace más de diez años, declaró que vio a mi hermana cuando se tiraba, pero los relatos se pisan y no coinciden. Además, la geolocalización del teléfono celular de la testigo indica que el horario impacta en una celda que no es la que corresponde, y que está a 16 cuadras de donde ella decía que estaba. Por eso, nosotros consideramos que se trata de un falso testimonio”.
Perfil violento
El hombre buscado por el femicidio de Pilar tiene un perfil violento. Y varios antecedentes. El 7 de abril de 2019, por ejemplo, fue noticia por un video viral que circuló en las redes sociales y llegó a todos los noticieros. En las imágenes se lo ve a en primer plano con un palo en la mano. Está furioso. Se acababa de bajar de una Renault Capture y amenaza al conductor de un colectivo. La escena parece extraída de la película Relatos salvajes.
“Gordo ortiba, gordo ortiba”, le grita al chofer mientras con el palo le destroza los dos espejos retrovisores. Un pasajero filma el ataque con su celular, pero eso no lo hace retroceder. Como si no hubiera pasado nada, regresa a su auto, guarda el palo en el baúl y escapa de la zona.
A partir de la difusión de ese video, el agresor pudo ser identificado por las autoridades. Lo ubicaron en una heladería de la avenida Belgrano, donde se lo notificó de la causa que se le había iniciado por “daños”.
“Este señor destruyó a mi familia”, dice el hermano de Pilar y agrega que, además de la causa por el ataque contra el colectivero, tiene otra por tenencia de droga.
“Mi hermana Pilar era una persona de luz, alegre, con muchas ganas de crecer. Estaba muy contenta con el banco. Era un gran paso luego de todo lo que había sufrido. Esta persona la metió en el consumo siendo 10 años mayor que ella y yo no voy a parar hasta que se haga justicia”, promete Federico y apuesta a que la detención del acusado de femicida es cuestión de horas: “Va a caer”.