Hacía más de un año que estaba detenido acusado por abuso sexual. De nada le sirvió ser el hijo de una fiscal penal. En la cárcel exhibió la misma verborragia y prepotencia que lo convirtió en una figura mediática en cuestión de horas. Y no la pasó bien. Lo movieron por distintos pabellones hasta que terminó en el pabellón de enfermos psiquiátricos. Finalmente, Rodrigo Eguillor (25) abandonó la celda y ahora mira el futuro desde la ventana de la casa de su mamá, en un country de la localidad bonaerense de Canning, en el partido de Esteban Echeverría.
Eguillor estaba detenido en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza por abusar sexualmente y privar de su libertad a una chica de 22 años, a la que conoció a través de Instagram y citó en su departamento del barrio porteño de San Telmo.
Su primera etapa como presidiario transcurrió en el penal de Marcos Paz, donde están alojados muchos de los represores condenados por delitos de lesa humanidad. Pero no se adaptó al régimen y terminó siendo trasladado a otro penal.
En Ezeiza convivió con varios presos famosos: el músico Cristian "Pity" Alvarez (48), detenido por homicidio; el portero Jorge Mangeri (52), condenado a prisión perpetua por el homicidio de Angeles Rawson, y el ex líder de "El Otro Yo", Cristian Aldana (49), que cumple una pena de 22 años de cárcel por abuso sexual, entre otros.
Rodrigo Eguillor: "Me mandé una cagada, la cagada fue el video"
Tampoco se adaptó. Se peleó con varios detenidos y desobedeció más de una vez a los carceleros. Por sus reiterados problemas ingresó en el Programa Interministerial de Salud Mental Argentina (Prisma), que funciona en el Hospital Penitenciario Central (HPC). En este sector, las condiciones de alojamiento son otras porque acá los detenidos ocupan una habitación individual y el trato es más directo,
Desde que ingresó a la cárcel, Eguillor fue sometido a distintos estudios psicológicos y psiquiátricos. En una de las entrevistas aseguró que se sentía observado y que temía por su vida: "Estoy bien, pero tengo pensamientos de muerte, muy seguidos, que alguien me puede matar, los compañeros, no sé quién, lo siento yo, me miran mucho".
En diciembre del año pasado, una pericia del Cuerpo Médico Forense abrió un interrogante sobre su salud mental: ¿Rodrigo Eguillor es inimputable? Según ese informe, el hijo de la fiscal presenta "una afección clínica compatible con trastorno esquizofreniforme".
Pese a sus problemas de conducta, la pericia plantea que "no existe riesgo cierto e inminente actual para sí y/o terceros, aquí y ahora" y destaca una "mejoría dada su aceptación del tratamiento psiquiátrico/psicológico".
El abogado del joven, Gonzalo Oliver Tezanos, pidió que su defendido sea trasladado a la clínica psiquiátrica Avril, donde entre otros se trataron Diego Armando Maradona y Charly García.
Desde el mes de abril, el joven conocido también como "el cheto de Banfield" se mudó con su mamá a su casa del country Solar del Bosque, en la localidad de Canning.
LN/MC