El Ministerio de Seguridad formalizó una recompensa de 5 millones de pesos para dar con un homicida que está a punto de cumplir dos años prófugo. Se trata de de Sergio Ezequiel Steimbrecher, conocido como “El 7”, acusado de participar en el homicidio del empresario Germán Sallemi. La medida fue oficializada en el Boletín Oficial y habilita a cualquier ciudadano a brindar información de forma anónima a través de la línea 134, dependiente del Programa Nacional de Recompensas.
La resolución incluye además una descripción física del prófugo: contextura delgada, cabello corto castaño oscuro, tez blanca y una altura aproximada de 1,80 metros. Steimbrecher tiene 19 años y, según la investigación judicial, formó parte del grupo que citó a Sallemi a un departamento del Hindú Club, en Don Torcuato, bajo la excusa de concretar una operación de compra de dólares.
El crimen ocurrió el 19 de enero de 2024, cuando Sallemi llegó al lugar convocado por cinco jóvenes que simulaban estar interesados en adquirir una suma importante de divisas. Lo abordaron en el interior del departamento, lo golpearon y lo redujeron con precintos y toallas en muñecas y pies. La autopsia determinó que murió por asfixia mecánica aplicada sobre su cuello.
Los acusados mencionados en la causa son Santino Mármol, Braian Ezequiel Bogado, Facundo Sebastián Barrionuevo, Nicolás Agustín Alberdi y Steimbrecher, el único que permanece prófugo junto con Bogado. De acuerdo con la hipótesis fiscal, el homicidio tuvo como objetivo asegurar el robo del dinero y garantizar la impunidad del grupo.
Steimbrecher está prófugo desde los días posteriores al crimen. Según los datos incorporados en el expediente, dos familiares fueron vistos retirándose de su casa en Pilar con varios bolsos pocos días después del asesinato. Esa escena reforzó la sospecha de que el joven ya preparaba su escape. Otra línea de investigación indica que la banda no actuó por primera vez el día del homicidio y que ya habían captado a otros cambistas a través de redes sociales con el mismo método: una “operación grande” que terminaba en robo.
Los registros que reconstruyeron los detectives muestran que tras el asesinato los sospechosos escaparon con el dinero en dos vehículos —un Ford Focus y un Chevrolet Cruze— y que luego se dirigieron a una casa de Pilar, donde pasaron el resto del día en la pileta y brindaron con champagne. Ese domicilio, ubicado en el barrio La Alborada, fue allanado semanas después.
El avance del caso dejó tres detenidos y dos prófugos. Mármol fue el primero en caer: lo capturaron en un country de Moreno con dinero, mapas de Don Torcuato, las llaves del departamento alquilado para el crimen, su teléfono y el Ford Focus utilizado para tareas de inteligencia. Dentro del auto encontraron precintos plásticos y bolsas con ropa. Su tarjeta de débito fue rastreada por compras realizadas cerca del Hindú Club y un ticket hallado en la escena terminó de comprometerlo. El joven, acusado como “partícipe necesario”, negó haber hecho esas compras y afirmó que le prestaba el auto a un amigo.
Ahora, con la recompensa activa, los investigadores esperan nuevas pistas para ubicar a “El 7”, pieza clave en el armado del caso. La expectativa es que la difusión pública y el monto ofrecido aceleren su localización. El Ministerio de Seguridad recordó que la información puede brindarse de forma anónima y que cada dato será verificado por el equipo del Programa Nacional de Recompensas.
Mientras tanto, la familia de la víctima sigue reclamando avances. El fiscal sostiene que la banda actuó con un plan claro, diseñado para engañar a cambistas independientes, reducirlos y robarles el dinero. En el caso de Sallemi, esa secuencia terminó de la peor manera. Y con un prófugo que, casi dos después, sigue sin aparecer.