La banda que se llevó cerca de 40 millones de pesos de un country de la localidad bonaerense de Hudson, a unos 30 kms de la Ciudad de Buenos Aires, no solo manejaba información clasificada, sino que además dejó señales de conocer muy bien el lugar. Por eso, los investigadores del caso no descartan que una persona que vive o trabaja en el lugar haya colaborado en el golpe.
El monto robado, lógicamente, también despertó sorpresa entre los pesquisas y alimentó otras pistas de trabajo. ¿Por qué el empresario asaltado guardaba semejante cantidad de dinero en su casa del country Los Ombúes?
Los voceros consultados indicaron que el dueño de casa, identificado como Norberto Velay, explicó que la plata sería parte de la recaudación de su distribuidora de cigarrillos. El empresario, además, es dueño de Velay Racing Team, un equipo de competición de Jet Ski.
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La fiscal Silvia Borrone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 Descentralizada de Berazategui, entrevistó a las víctimas en el country ubicado a la vera de la autopista Buenos Aires - La Plata. Valey estaba acompañado de su mujer y sus dos hijos cuando entraron los delincuentes.
Los pesquisas siguen varias pistas, pero también analizan varios puntos oscuros. Por ejemplo, cómo hicieron los autores para sabotear el sistema de cámaras de seguridad del country si no conocían el lugar. "Es la primera vez que las cámaras tienen ese problema. No sabemos si los mismos ladrones las desprogramaron o alguien de adentro los ayudó", indicó un vocero judicial consultado por PERFIL.
Además, intentan dilucidar cómo hicieron para ingresar sin ser vistos porque en el acceso principal no hay datos de los intrusos. ¿Alguien los hizo entrar sin dejar registro? ¿O lo hicieron por un portón del fondo por el que suponen escaparon? "Sabían dónde estaban las garitas de seguridad y como se movía el personal", amplió la misma fuente.
Otro punto a determinar es si manejaban el dato que el empresario guardaba semejante cantidad de dinero. Algunos creen que se trató de un "golpe de suerte" pero otros conjeturan que un plan semejante no se lleva a la práctica si no hay un buen motivo.
Lo que se sabe hasta el momento es que actuaron siete hombres: seis encapuchados armados que simularon trabajar para una empresa de seguridad y otro que llevaba un barbijo y que llamó a la puerta para entregar correspondencia. Que hubo disparos. Y que robaron un botín de 40 millones de pesos sin ser filmados.
