Una mujer entregó a su expareja, un empresario metalúrgico, a un grupo de delincuentes. El hombre fue liberado tras el pago de 325 mil pesos. La entregadora fue Brenda Machado, de 32 años, quien vislumbró la oportunidad perfecta para que su ex pareja, Eduardo Goenaga, sea secuestrado: cuando dejaba a los hijos de ambos en su casa de la calle Pringles, en La Tablada.
El metalúrgico fue interceptado por cuatro hombres, que lo metieron a la fuerza en la vivienda y lo encerraron en una habitación, donde fue sometido a maltratos durante horas. Mientras tanto, se comunicaron con su padre para exigirle el pago de un rescate. El hombre realizó tres pagos de 45 mil pesos, otro de 230 mil pesos, de 50 mil pesos y joyas. Los secuestradores cumplieron y liberaron al "ex" cautivo luego de ocho horas de negociaciones.
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El caso ocurrió el año pasado, pero trascendió esta semana con la detención del líder de la organización, César Blanco, alias “Cacho”, en Ituzaingó. En su casa, los detectives de la División Antisecuestros de la Policía Federal hallaron un fusil Mauser, un revólver calibre 357, una pistola Beretta calibre 22, otra calibre 45, 150 cartuchos de distintos calibres, tres chalecos de caza y un chaleco de la Policía de la Ciudad, entre otros elementos.
Una cómplice, Romina Pereira había sido detenida en Puerto Iguazú, en Misiones, a dónde escapó tras el golpe. Al igual que Machado es señalada como entregadora en el expediente que investiga el fiscal federal de Morón Sebastián Basso, quien intenta establecer la identidad de los otros tres secuestradores.
En junio, disminuyó un 85 por ciento los casos de secuestros extorsivos en el país, desde 2015. El combate de esta modalidad, que llegó a cifras muy elevadas, fue una de las políticas emprendidas por el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich y coordinada por el Director Nacional de Investigaciones, Rodrigo Bonini, junto a la PFA, dirigida por Néstor Roncaglia.
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Desde el Ministerio Público Fiscal, la creación de la Unidad Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), a cargo de Santiago Marquevich, fue clave para el esclarecimiento y seguimiento de los casos, con la creación de una base de datos unificada a nivel nacional.
En el primer semestre de 2015, hubo 160 secuestros (un promedio de 27 secuestros mensuales), en el mismo periodo de 2016 descendió a 137 casos (con un promedio de 23 secuestros mensuales); al año siguiente la cifra continuó la tendencia con 120 secuestros en los primeros seis meses del año, en 2018 la baja fue la más profunda: 47 secuestro (ocho secuestros mensuales). El descenso se consolidó en este semestre con 25 secuestros, unos cuatro por mes, en lo que va de 2019. Incluso, abril careció de secuestros en la Provincia de Buenos Aires.
CP
