Una prostituta podría haber entregado los datos sobre las transacciones económicas del médico que ayer fue asesinado de tres puñaladas en su departamento de Núñez. Así lo determinaron los investigadores, que se encuentran tras la pista de la mujer, a raíz de la aparición del cadáver de Jorge Horacio Guillamondegui en la tarde de ayer.
La Policía aseguró que, aparentemente, se trataría de una mujer de unos 25 años, que trabajaba en un prostíbulo al que concurría habitualmente el médico y que aún no pudo ser ubicada por las fuerzas de seguridad. Los investigadores consideran que el dinero por la venta de una casa podría haber sido el principal detonante de la muerte de Guillamondegui. De hecho, ahora intentan establecer si el especialista guardaba el dinero en su propio departamento o bien lo depositó en alguna institución bancaria.
Los investigadores aseguraron que la chica a la que están buscando no es la mujer con la cual Guillamondegui mantenía una relación sentimental relativamente estable. “Esa mujer tiene entre 30 y 35 años y ayer se hizo presente en el departamento del médico. Ella no tiene nada que ver con esto”, aseguró uno de los investigadores del caso. Las dudas surgieron a partir de las declaraciones de un vecino y amigo de Guillamondegui, Carlos Lapolla, quien dijo que le extrañó que la novia del médico no se hubiera hecho presente en el lugar, algo que finalmente no era cierto.
Más tarde, la Policía pudo corroborar que el hombre había depositado el dinero producto de la venta en una cuenta bancaria y además los agentes recuperaron la billetera con todos los documentos y las tarjetas de crédito del médico. La billetera había sido arrojado en un cesto de basura en el barrio de Balvanera, durante el sábado pasado, el día que también se sospecha que fue asesinado el especialista. La billetera fue entregada en la comisaría cuarta por un cartonero que la encontró en un tacho de basura en la esquina de la avenida Belgrano y Pasco, frente al hospital Español.
El hombre dijo que halló la billetera el 24 de diciembre a las 5 de la madrugada. En el interior estaban las tarjetas de crédito, el registro de conducir, el documento y un carnet del Automóvil Club Argentino (ACA) pertenecientes a la víctima pero no había dinero. El cartonero dijo a la Policía que al enterarse por los medios del crimen del cirujano decidió entregar la billetera que tenía en su poder desde que la encontró.
El cadáver del médico fue descubierto ayer por la tarde por uno de los hijos de la víctima, quien concurrió a la casa de su padre –en la avenida Crámer 3013 del barrio porteño de Núñez– ya que intentaba comunicarse con él telefónicamente desde el sábado pero nadie lo atendía.
Guillamondegui estaba jubilado después de veinte años de labor en el Hospital Pirovano. Algunas fuentes indican que, por estos días, administraba dos geriátricos. Ahora, el caso está en manos del personal de la División Homicidios de la policía Federal y por el fiscal de Saavedra José María Campagnoli.