La investigación por el brutal homicidio de Adrián Muñoz (74), el jubilado que apareció asesinado a puñaladas el pasado miércoles 12 de mayo en su departamento del barrio porteño de Núñez, avanzó rápido con la detención de las dos presuntas viudas negras.
Ariana Belén Domínguez (20) y Rocío Celeste Barreto (20) -ambas de nacionalidad paraguaya- son amigas y están sospechadas por el horrendo crimen de Muñoz, quien fue encontrado por su hija con dos cuchillos clavados en la espalda.
Los investigadores identificaron a las sospechosas después de analizar varias cámaras de seguridad instaladas en la zona, entre ellas una que apunta al edificio de la calle Ciudad de la Paz al 3300, donde vivía Muñoz.
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El lunes 9 de mayo, a las 19.32, Rocío y Ariana fueron filmadas cuando llegaban junto a la víctima. Lo que se sospechan es que el jubilado fue asesinado ese mismo día y que las mujeres que lo mataron regresaron el martes con su llave para llevarse otras pertenencias.
Al parecer, Muñoz conocía a Rocío, con quien aparentemente mantenía una relación sentimental, según reconocieron testigos que declararon en la causa.
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Ariana fue la primera en caer. La detuvieron el domingo pasado a la madrugada en la avenida Crovara, en la localidad de Isidro Casanova, en un operativo realizado por la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza.
Horas antes, y en base a distintos elementos de prueba, la justicia ordenó catorce allanamientos en distintos puntos de La Matanza, pero no pudieron dar con ninguna de las sospechosas.
Rocío, por su parte, terminó presa este martes, cuando fue interceptada a bordo de un auto de alquiler junto a una amiga. La joven viajaba en un Chevrolet Corsa por la avenida Juan Manuel de Rosas. A la altura del kilómetro 32, en la localidad González Catán, dos móviles de la comisaría de San Alberto lograron detener el coche y arrestar a la otra sospechosa.
Según fuentes policiales, las dos acusadas viven en Isidro Casanova y, en principio, no tendrían antecedentes delictivos. La principal hipótesis es que engañaron a Muñoz con un solo objetivo: robarle dinero y despojarlo de todas sus pertenencias. Lo que no cierra es la saña. ¿Por qué le clavaron los cuchillos en la espalda?
La autopsia reveló que el hombre presentaba múltiples heridas en distintas partes del cuerpo (22 en total) y que la causa de muerte se produjo a raíz de una hemorragia interna.
El crimen
Adrián Muñoz tenía 74 años y era amante del tenis. Entrenaba y jugaba torneos seniors de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) con cierta regularidad. Su muerte -tan inesperada como violenta- despertó una enorme conmoción.
La víctima vivía sola en el segundo piso de un edificio ubicado sobre la calle Ciudad de la Paz al 3300, pero siempre estaba en contacto con sus hijos (tenía tres). Por eso, Lucas (42), uno de ellos, se asustó cuando el lunes pasado su papá no se presentó a trabajar y dejó de responderle los mensajes.
Mariana (51), su otra hija, tenía llave del departamento y, también preocupada por la falta de noticias, decidió por su cuenta averiguar si le había pasado algo.
Cuando abrió la puerta, en compañía de su hijo, descubrió una escena dantesca: su papá estaba desnudo en su habitación, sobre un charco de sangre y con dos cuchillos clavados en la espalda. La mujer salió espantada y enseguida llamó a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Los voceros señalaron que la principal hipótesis apunta a un robo. Los primeros datos indican que a la víctima le robaron su teléfono celular, algo de dinero y distintos objetos de valor.
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