En diálogo con radio Mitre, el funcionario defendió la postura del Poder Ejecutivo porque está en "la agenda de darle estímulos a las Pymes, instalar el plan primer empleo para las jóvenes y generar trabajo a través de la obra pública". Cuando se le planteó que la CTA que conduce Hugo Yasky y la CTA Autónoma de Pablo Micheli anunciaron que harán un paro por el veto, Peña respondió: "No me sorprende". En tal sentido, puntualizó: "Una de las CTA es kirchnerista y la que lidera Micheli ha planteado una línea más conflictiva desde el primer día del Gobierno, más con las cuestiones ideológicas que las puntuales".
Por su parte, el Consejo Nacional del Partido Justicialista (CNPJ) repudió el anuncio al advertir que el jefe de Estado "pretende avasallar el orden institucional" al hacer "caso omiso de la voluntad popular expresada en el Parlamento". Así lo expresó en un comunicado de prensa en el que advirtió que "no permanecerá callado ni será testigo mudo cuando se pretenda avasallar el orden institucional y, mucho menos, cuando se intente perjudicar a los trabajadores de la República Argentina".
"El presidente Mauricio Macri, al igual que lo había hecho en la Ciudad de Buenos Aires vetando más de 100 leyes aprobadas por la Legislatura, volvió a apelar a la prerrogativa del veto para hacer caso omiso de la voluntad popular expresada en el Parlamento Nacional, negándoles a los trabajadores en actividad el beneficio de la estabilidad laboral", criticó. En el parte informativo, titulado "El presidente vuelve a demostrar su poco apego al respeto por las instituciones", el CNPJ dijo lamentar "profundamente la decisión adoptada por el presidente de apelar al veto de la ley que defiende a los trabajadores ante despidos y suspensiones".
El jefe del bloque de diputados kirchneristas, Héctor Recalde, también cuestionó la decisión al sostener que "siempre" que lo hizo fue en contra de los intereses de "los trabajadores". "Es una noticia que no deja de entristecernos", expresó el legislador. Es una norma "a favor de los trabajadores", expresó el legislador, que en 2014, tras la devaluación que impulsó el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, se opuso a una iniciativa prácticamente similar a la que ahora vetó Macri.
Otro que cuestionó fue el jefe de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, quien dijo que "es legal, pero no es legítimo" el veto, porque "todos los trabajadores quieren" que esa norma salga, por lo que afirmó que la respuesta de las centrales gremiales "tiene que ser inmediata". "Esto no está bien y no ayuda a la democracia y vetarla mucho menos. Si bien es legal, no es legítimo. Está fuera de toda legitimidad porque todos los trabajadores quieren que esa ley salga y además el Parlamento votó con mayoría bastante amplia", sentenció el gremialista.
Por último, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, justificó la medida porque esa norma "no es nada favorable para los trabajadores" y abogó por el "diálogo" con el sindicalismo, desde donde algunos sectores anunciaron paros o movilizaciones contra la medida del Poder Ejecutivo. "Es la coherencia que tiene este Gobierno, el Presidente (Mauricio Macri) lo había manifestado desde un principio que esta ley no favorecía a los trabajadores, y menos a los que están en la informalidad", indicó Triaca.
El funcionario añadió: "Creemos que (la ley sancionada por el Congreso) es un cepo al trabajo, limita la salida y, mucho más, la entrada de trabajadores" al sistema.