La ubicación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner este lunes de fin de semana largo era un misterio. Había pasado el sábado y domingo en El Calafate, su “lugar en el mundo”, a donde había viajado tras ser imputada por presunto encubrimiento en la causa AMIA por el fiscal Gerardo Pollicita, sucesor del fallecido Alberto Nisman.
La jefa de Estado había pasado los primeros dos días del fin de semana largo en la localidad santacruceña, inaugurando obras y brindando discursos, sin hacer mención a la novedad judicial, rodeada de funcionarios y militantes. Se rumoreaba que se quedaría allí al menos hasta el jueves 19 de febrero, día de su cumpleaños número 62. Así, evitaría estar en Buenos Aires para la marcha convocada por los fiscales del 18F, precisamente en homenaje a Nisman.
Pero hoy sorprendió la noticia de que la mandataria había vuelto a Buenos Aires. El regreso no se informó oficialmente ni desde Presidencia de la Nación, ni desde la cuenta de Twitter de @CFKArgentina, ni desde la de Casa Rosada. Sin embargo, fuentes oficiales habían confirmado a distintos medios que la presidenta se encontraba descansando en la Quinta Presidencial de Olivos.
El misterio lo develó Jorge Capitanich. En conferencia de prensa, en la que anunció asistencia del gobierno nacional para los inundados en Córdoba, el jefe de Gabinete informó que la mandataria se encuentra con su familia en la residencia de Chapadmalal, donde festeja el cumpleaños número 38 de su hijo Máximo.
"La Presidente está en Chapadmalal con su hijo. Es un día familiar de singular importancia. Como toda madre que tiene con mucho afecto por su hijo lo está compartiendo", anunció el funcionario ante las preguntas de los periodistas.
El jefe de Gabinete no precisó, sin embargo, hasta cuando permanecerá la mandataria en la Unidad Turística de esa localidad bonaerense, ni dónde se encontrará el miércoles 18.