Después de las elecciones de octubre, si se confirma el resultado de las PASO, Alberto Fernández comenzará a armar las reuniones con los banqueros de Wall Street y, ya formalmente, con el gobierno de los Estados Unidos para una visita después de su investidura. Así lo señaló esta semana uno de los asesores del Frente de Todos, el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, en un desayuno con empresarios. E indicó que será una de las primeras acciones, con el objetivo de generar confianza en los mercados.
En el equipo de asesores de Fernández también sondearon a especialistas en el mercado de deuda para llevar adelante eventuales reuniones con los principales representantes del mercado financiero internacional. El ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, por su parte, recibió a algunos representanes de bancos brasileños y pedidos de reuniones de la banca de inversión como el JP Morgan o el Citi.
Fernández decidió que llevará adelante la relación con el FMI y sus acreedores. Para esto, este lunes 26 de agosto tendrá un contacto con la misión que llegó ayer a Buenos Aires encabezada por Alejandro Werner y Roberto Cardarelli.
Transición. Esta semana, Nielsen y la economista Cecilia Todesca se reunieron con el flamante ministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza. El encuentro se centró en asegurarse de que el gobierno de Mauricio Macri –si resulta ser el saliente– no les deje bombas de tiempo. Y entre el principal riesgo, marcó a las Leliq, las letras de liquidez del Banco Central. El stock de Leliq llega a $ 1,27 billones, mientras que la base monetaria es de $ 1,33 billones.
En el encuentro con los empresarios esta semana, Nielsen transmitió que durante la transición, el Frente de Todos puede “pecar de inactivo”, según relataron los participantes. El plan es no mostrar ni hacer nada que pueda debilitar al gobierno de Mauricio Macri o a la ya complicada economía. No habrá críticas sino señales de tranquilidad. Por eso antes de las elecciones no prevén reunirse con bonistas o acreedores –incluido el FMI– por su cuenta, sin que sea de conocimiento general. Por eso también, en la reunión de mañana con Werner y Cardarelli, plantean que volverán sobre lo ya conversado: la voluntad de pago de la deuda y la necesidad de que la Argentina pueda crecer para poder pagar.
“La voluntad de pago es total”, recordó Nielsen a los empresarios y aclaró que solamente dependen de la capacidad de pago.
En caso de un reperfilamiento de la deuda, un cambio en la fecha de vencimiento, el cambio se hará bono por bono, sin quita, anticipó Nielsen. Es una salida “market friendly” y que respeta el valor nominal. PERFIL contactó a Nielsen sobre la reunión, pero evitó hacer declaraciones.
En el mientras tanto, el ex secretario de Finanzas explicó que siguen de cerca variables como la inflación, el riesgo país, las reservas libre disponibilidad, los pesos en la Tesorería y la posibilidad de rollover de deuda corto plazo como Letes y Lecap.
“Los muertos no pagan la deuda. La pagan los vivos. Y para eso tienen que crecer las exportaciones”, dijo ayer en declaraciones a AM 750 el candidato a gobernador por Chaco, Jorge Capitanich, ex jefe de Gabinete de Cristina.
Según un análisis de la consultora LCG, “cualquiera sea el gobierno que asuma, la próxima gestión se enfrentará a una trayectoria de la deuda que difícilmente le otorgue mucho margen de maniobra”. En un ejercicio de simulación de escenarios, la consultora marcó que la probabilidad de que la deuda a PBI supere el umbral de 110% es reducida (apenas 3,18%) pero también lo es la chance de que caiga por debajo de los niveles de cierre de 2018 (86% del PBI). “En lo que queda del año el Gobierno tiene necesidades de financiamiento por casi US$ 25 mil millones derivadas del déficit fiscal, intereses y pago de deuda de corto plazo. En 2020 la deuda relevante (mercado y organismos internacionales) exige pagos por US$ 32,5 mil millones (78% del total).
En ese sentido, los economistas coinciden en que la próxima administración deberá estirar los vencimientos: renegociar con el FMI y reperfilar los vencimientos con el mercado. Para esto, los economistas a los que escucha Alberto marcan que el FMI puede funcionar como un coordinador para una renegociación de deuda. En cuanto al Fondo, se buscará un acuerdo de facilidades extendidas, que estira el repago hasta diez años.
Debut en dólares
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, debutará en las licitaciones de letras esta semana y ofrecerá una letra en dólares por primera vez para el mercado local, como una forma de minimizar el riesgo electoral.
Para eso, habrá Letes con vencimiento el 4 de octubre -a 35 días- en dólares mientras que las Letes a 140 días y las Lecaps a 35 días podrían suscribirse en pesos. La recepción de ofertas comenzará a 10 del martes 27 y terminará a las 15 del miércoles 28. En el caso de las letras en dólares, se sucribirán al valor del tipo de cambio del martes 27.
La licitación se realizará mediante indicación de precio, por sistema holandés de precio único, en la cual habrá un tramo competitivo y uno no competitivo, indicó el ministerio de Hacienda. Podrán participar de estas operaciones personas físicas o jurídicas. “Se aclara que en esta oportunidad no se realizará segunda vuelta de Lecaps”, indicó el Ministerio. El mercado tiene puesta la mirada en las renovaciones de los vencimientos de acá hasta las elecciones generales.