POLITICA
elecciones 2019

Alberto Fernández busca gobernador en La Rioja y arde la interna

El dilema está entre tres dirigentes, con tres perfiles distintos, quizás antagónicos, formas de construcción política y origen muy distintos.

Sergio Casas no tendrá reelección y arde la interna del peronismo riojano.
Sergio Casas no tendrá reelección y arde la interna del peronismo riojano. | Twitter

La política riojana tiene en su historia internas violentas, golpes de estado, militancia barrial, peronismo de sobra, menemismo ortodoxo, duhaldismo, kirchnerismo e incluso fue uno de los pocos bastiones que sostuvieron políticamente a Cristina Kirchner en su peor momento. Tras la negativa del verano a la reelección del gobernador Sergio Casas en la consulta popular, la interna volvió a cobrar fogosidad, y nadie está dispuesto a ceder, más allá de que la decisión política de Alberto Fernández y su entorno parece estar tomada.

El dilema está en tres dirigentes, con tres perfiles distintos, quizás antagónicos, formas de construcción política y origen muy distintos. Aparato, corporación política y militancia popular se enfrentan en una provincia donde el peso electoral a nivel país arroja poco peso, pero seduce el simbolismo de sostener un PJ en el poder para lograr evitar que Julio Martínez, ex ministro de Defensa y actual senador, llegue al poder en octubre.

La ciudad capital tiene el mayor tesoro electoral, casi seis de diez votos salen de ese municipio, para nada despreciable en tiempos de porotos políticos cuando nada sobra. Allí cobija el peronismo el nombre de Ricardo Quintela, ex intendente y líder popular. Cercano a las capas más bajas, emergió cómo intendente en tiempos de kirchnerismo y tuvo la bendición de Néstor Kirchner para ir por la gobernación contra su ex aliado y actual diputado nacional, Luis Beder Herrera. La derrota de Quintela lo mantuvo expectante como referente provincial, y los traspiés y denuncias en contra de Beder Herrera complican hoy su posibilidad de formalizar su candidatura. Quintela mantiene llegada con Alberto Fernández, compartió viajes en auto y el concepto de él es prometedor: “salvo que haya un cambio, vamos a jugar con Quintela”, razonan cerca de Fernández, quien reconoce su militancia y capacidad de captar votos independientes producto del consenso y el llamado a los no peronistas de toda la provincia.

Alberto Fernández encargó un sondeo de opinión semanas atrás, para tomar una definición. Pensó en apostar por Fernando Rejal, dirigente de otra talla, más ligada al interior, pero los números en conocimiento e intención de voto, no lo favorecen.

PERFIL accedió a un estudio donde Quintela es la opción dentro del esquema peronista, aunque la sombra de Beder Herrera promete dar batalla. El alto conocimiento del ex gobernador va en detrimento de su imagen negativa. “Lo conocen muchos, lo putean casi todos”, resumió ante la consulta un dirigente parte del armado del interior del país en provincias peronistas. El estudio cuenta también que sólo Quintela podría triunfar sobre CAMBIEMOS, en los 1500 riojanos consultados dos semanas atrás. Los amores borgeanos en el PJ riojano son frecuentes, pero nadie quiere ir a elecciones con fiscalización en contra y un cacique enojado que tiene injerencia en la capital y parte del interior.

La Capital ahora transita sus últimos días de Alberto Paredes Urquiza, quien con el olfato de un resfriado jugó ciego a su vínculo con Rogelio Frigerio y dejó en el placard su peronismo para convertirse en un aliado a Cambiemos. Hoy sólo intenta volver a las bases y pagar salarios en tiempo y forma, más allá de su anhelo de competir con Julio Martínez. El caso de Florencia Lopez es desafiante. Mujer intendente de Arauco y con bajo conocimiento, tiene apoyo de parte de la corporación política riojana. Su lanzamiento fue fuerte, de mucho convencimiento y apoyo político local, pero los números siguen dándole la espalda, y su bajo conocimiento con una elección en el corto plazo aseguran el triunfo de Martínez en octubre. Tiene certificado de parte del PJ para que corra, como otros dirigentes, pero más allá de las intenciones de Sergio Casas incluso de impulsarla, la incapacidad de instalarse como mujer que pueda derrotar, y su escaso vínculo con Buenos Aires no son factores menores a la hora de armar mapa de candidatos.

El caso de Beder Herrera quizás sea el mayor escollo para el peronismo. La imagen de conocimiento es total, su fidelidad a Cristina Kirchner lo fue también, pero las denuncias en su gestión y su alta imagen negativa con piedras en un zapato que ya no soporta más tropiezos.

Años atrás fue denunciado por diversos motivos, que no despiertan inquietud y le permiten competir, salvo el caso de una joven con la que fue filmado teniendo relaciones sexuales mientras era menor de edad. Difícil escenario en el país donde el “ni una menos” ya se figuró como bandera sin fronteras partidarias. Ni la corrupción, ni el personalismo pueden manchar tanto un dirigente como el factor mujer.

Quizás por eso el lanzamiento de Beder, multitudinario, fue rodeado de mujeres la semana pasada donde convocó a recuperar la dignidad de los riojanos. La palabra final debería llegar los próximos días, todos aguardan agazapados, a la espera de la bendición de Fernández. La militancia de base se enfrena con la corporación política y la gestión salpicada pero con conocimiento y denuncias cruzadas. Menú nada despreciable en un contexto en el cual el triunfo por sobre Martínez parece probable tras el desastre nacional del oficialismo.

HB/MC