La muerte del militante tucumano Juan Valdez, aplastado por una tribuna que se cayó en el acto del 9 de julio convocado por Cristina Fernández de Kirchner, tuvo sus consecuencias. No todo quedó en el pedido de un minuto de silencio de la Presidenta: también afectó al gobernador José Alperovich, que omitió dar su discurso.
El gobernador de Tucumán había preparado una diatriba contra la soja y a favor de las políticas oficiales. Iba a explicar que en la provincia hay 270 mil hectáreas de soja que sólo emplean a cuatro mil personas, mientras que 200 mil hectáreas de caña de azúcar generan 70 mil puestos de trabajo, informó el diario La Gaceta . También iba a destacar las mil hectáreas de arándanos que dan 20 mil empleos y las 30 mil de citrus que ocupan a 30 mil trabajadores, uno por hectárea.
“Si avanza esa sojización, Tucumán va a perder empleos”, iba a destacar, según el diario local, para luego reivindicar “coraje y la decisión de los diputados nacionales”, así como el valor de las instituciones para salir de la crisis. Tenía destinados elogios a los congresales de 1816 y a Cristina Fernández de Kirchner.
Todo eso y acaso más iba a decir Alperovich en su discurso, según La Gaceta. Pero al final, la vergüenza y el dolor por trágica muerte pudieron más, y se lo guardó en el bolsillo.