POLITICA
FUTBOL, POLITICA Y JUSTICIA

Angelici ya se presenta en los tribunales como el operador judicial de Macri

El presidente de Boca prepara el terreno para ser el interlocutor en las causas de alto voltaje político. Su cercanía con otros actores que trabajaron para los kirchneristas.

BOCA. El presidente del club es un “soldado” de Macri. Tiene excelente relación con fiscales y jueces, como Stornelli. A la der., con Rizzo, del Colegio de Abogados.
| Cedoc Perfil

Alfredo Yabrán tenía una frase: “El poder es impunidad”. En tribunales le dicen “operadores judiciales”. Interlocutores, mensajeros, negociadores que en el pasado alimentó la ex Secretaría de Inteligencia de Jaime Stiuso. Los hubo y hay de todo tipo, no fue un invento kirchnerista, pero el Gobierno supo llevarlos a su máxima expresión con tal de conseguir el archivo de una causa por enriquecimiento ilícito o el avance judicial contra un enemigo político.

Daniel Scioli y Mauricio Macri ya tienen sus redes tendidas en los tribunales de Comodoro Py 2002. Como ya contó PERFIL, Scioli lo demostró muy bien al lograr una tregua con varios jueces para frenar las causas que más perjudicaban al Gobierno y la campaña.

Uno de los alfiles de Macri en la materia es Daniel Angelici, el presidente de Boca. El empresario se caracteriza por su estilo directo a la hora de hablar con los judiciales, que saben percibir al instante la mezcla de barro, fútbol y rosca política. “Yo pongo y saco jueces y fiscales en la Ciudad”, les dijo a dos funcionarios de la Justicia Federal, que lo confirmaron a PERFIL. Es su carta de presentación en el fuero donde el macrismo ya tiene frentes delicados, como la causa contra Fernando Niembro y la de las irregularidades en el reparto de la pauta oficial.

Angelici organizó el jueves anterior al 25 de octubre una cena con jueces y fiscales federales. “Yo pensé que era para promover su reelección en Boca, pero cuando llegué había colegas de otros clubes. Fue claramente político”, contó uno de los comensales. Algunos ya están ansiosos. Tras la primera vuelta, un camarista llamó a un dirigente del PRO para pedirle que le arreglara una reunión con Angelici. “El Tano –como lo llaman los amigos– no quiere un cargo ni tener que poner la firma. Prefiere un rol detrás de escena”, cuenta uno de sus allegados en el PRO. Angelici es un hombre de contactos diversos: puede cenar asiduamente con Norberto Oyarbide –el mismo juez que procesó a Macri por las escuchas ilegales– o dialogar con los jueces María Servini, Luis Rodríguez o Ariel Lijo, que en la cena del jueves pasó sólo a saludar porque prefería cenar con el cantante preferido de Scioli: Ricardo Montaner.

Diego Pirota, además de activo xeneize, es socio del estudio jurídico de Darío Richarte, número dos de la ex SIDE en tiempos de la Alianza y amigo de Angelici. El estudio Richarte defendió a varios kirchneristas en las causas que podían llegar muy alto. A excepción de Amado Boudou en la causa Ciccone, Pirota y Richarte defendieron exitosamente a otros funcionarios, como Claudio Uberti (embajada paralela en Venezuela) y Daniel Cameron (en Skanska). Fueron los salvadores de los Kirchner hasta que CFK echó a Stiuso de la ex SIDE y el estudio renunció a la defensa de funcionarios K. “Angelici es Richarte”, para los jueces federales. Habrá que ver qué métodos de interlocución prefiere Macri, porque “Angelici es un soldado de Macri”, aclaran en el PRO. El auditor general de la Nación, Javier Fernández, fue otro puente central entre el Gobierno y la Justicia. Y aunque integró el grupo de Richarte y compañía, Fernández dice que está retirado. En los tribunales, muchos jueces le deben el cargo. Esas lealtades nunca se jubilan.