Cayó el hombre más buscado en la Triple Frontera, Assad Ahmad Barakat, acusado por ser el vínculo en el Cono Sur de la organización Hezbollah y la presunta cabeza de una extensa red de lavado destinada a dotar de recursos a la organización desde Latinoamérica. El denominado clan Barakat es sospechado, además, de haber tenido algún tipo de participación en el financiamiento de la logística que hizo posible el atentado contra la AMIA, en 1994, por el cual es señalada Hezbollah como autor responsable.
“De acuerdo con la Unidad de Información Financiera de Argentina, miembros del Clan Barakat realizaron la compra de premios por un valor de 10 millones de dólares, sin declarar los valores, en un casino de la ciudad argentina de Iguazú, en la región conocida como la Triple Frontera. La maniobra tendría como finalidad lavar dinero de la organización. El gobierno argentino congeló bienes y valores del clan que tendría conexión con Hezbollah”, informó la policía brasileña, a cargo de su captura, en un comunicado.
Barakat fue detenido en Foz de Iguazú en horas de la madrugada del viernes. Sobre su cabeza pendía una orden de captura internacional librada por la Justicia paraguaya que incluía también a Brasil y la Argentina como territorios en los que solía operar la organización criminal. Los tentáculos de su red financiera se extendían mucho más allá del triángulo fronterizo por el resto de la región, llegando incluso a países del Caribe. Sin ir más lejos, Argentina había dispuesto el congelamiento de sus bienes en julio pasado.
Hace falta un salto de calidad en el combate al terrorismo
“Hace momentos ha sido detenido en Brasil Assad Ahmad Barakat, sobre quien pesa un requerimiento de extradición y captura internacional por parte del Ministerio Público de nuestro país, en la investigación impulsada por la fiscal Irma Llano y la fiscal adjunta María Teresa Aguirre”, tuiteó la fiscal general de Paraguay, Sandra Quiñonez Astigarraga. Unas horas después, posteó una segunda fotografía con ambas protagonistas de la pesquisa. Para el flamante presidente paraguayo, Mario Abdo, es una carta que mostrar en su próxima visita a Nueva York para exponer ante la comunidad internacional en la asamblea de las Naciones Unidas.
El 31 de agosto pasado, el juez penal de garantías Rubén Darío Riquelme había ordenado la captura internacional del libanés bajo el cargo de falsificar documentación. La aparición de un pasaporte guaraní con su nombre generó un revuelo en el país vecino. Por ello, el ministro del Interior paraguayo, Juan Ernesto Villamayor, ponderó que la orden de captura partiera de su país, aunque finalmente la concretara la fuerza vecina.
