Esos condimentos hicieron que en el Salón de las Américas del Sheraton Libertador, -donde asistieron figuras como la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal; el expresidente Fernando de la Rúa y los periodistas Juan Miceli y Luis Majul-, llovieran opiniones alrededor de la situación de la libertad de expresión en el país.
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Los temas estuvieron presentes en todo momento. Tal es así que el CEO de Editorial PERFIL, Jorge Fontevecchia, lamentó que "los periodistas y los medios lleguen a esta entrega con un protagonismo fuera de lo normal". El directivo expresó su "deseo de que en el futuro el protagonismo de esta cita lo vayan ganando progresivamente los premios a la Inteligencia".
Bajo un jurado de notables integrado por Ruiz Guiñazú, el historiador Guillermo O'Donnell, el exrector de la UBA Guillermo Jaim Etcheverry y el ingeniero José Luis Roces, las categorías premiadas fueron: Libertad de Expresión (nivel nacional e internacional), Aporte a la cultura, Política y Servicios Públicos, Ciencia y Tecnología, y Artes.
Fontevecchia entregó el Premio Perfil a la Libertad de Expresión Nacional al periodista Juan Miceli, recientemente desvinculado de la TV Pública tras la recordada discusión con el diputado del FpV Andrés "Cuervo" Larroque. "Lo mío quedó como un caso testigo de lo que está pasando en todo este tiempo", le dijo el conductor a Perfil.com.
Tras recibir la estatuilla, Miceli sintetizó la situación que atraviesan los periodistas en una sola frase: "Hacer una pregunta pone en riesgo el trabajo, pero no hacerla, la profesión".
"Libertad para decir lo que uno quiere, existe", reflexionó Miceli, en diálogo con Perfil.com. "El tema no es si hay libertad, el tema es si se puede trabajar ejerciendo esa libertad, porque yo tuve represalias por ejercer mi trabajo con libertad, al punto tal de tenerme que ir del canal", acusó.
Por su parte, el periodista norteamericano Glenn Greenwald, que obtuvo el Premio Perfil a la Libertad de Expresión Internacional, hizo llegar su mensaje a los presentes a través de un video. Allí, se refirió a "la lucha" que libran los periodistas independientes y a las dificultades que afrontan a nivel mundial para ejercer la profesión. "Le doy mucho valor a este premio, sobre todo después de ver a quienes más han distinguido", lanzó.
A su turno, el sacerdote José María Di Paola, conocido como Padre Pepe, fue galardonado en la categoría de Política y Servicio Público. El religioso se mantuvo acompañado por Juan Carr, quien ya había sido premiado en 2011 en la misma categoría. El sacerdote hizo énfasis en "el rol de transformador social de la espiritualidad cuando vive en los barrios".
Andy Ovsejevich, director ejecutivo de la Ciudad Cultural Konex, premiado en Aporte a la cultura, expresó: "Somos muy jóvenes y esto nos llena de estímulo a seguir trabajando".
Para el director teatral Agustín Alezzo (ganador en la categoría Artes), sobraron las palabras. Visiblemente emocionado, Alezzo sucedió al genetista Víctor Penchaszadeh, distinguido en Ciencia y Tecnología, quien contó cómo fueron sus años de exiliado político y su primer contacto con Abuelas de Plaza de Mayo, tras el cual promovió la creación del Banco de Datos Genéticos.
"No merezco este premio", dijo Alezzo, con la voz entrecortada. "Sólo quiero decir que la causa de las Abuelas y las Madres es la causa más grande y más importante que hay en la Argentina", sentenció, para ganarse el aplauso de todo el auditorio.
Ley de Medios. Atenta a los discursos, se mantuvo la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal. En diálogo con Perfil.com, la funcionaria analizó que "el derecho de la libertad de expresión está reconocido, pero como con muchos otros derechos falta mucho camino por recorrer".
Recién llegada de Roma, donde visitó al papa Francisco, Vidal comentó que el pontífice "transmite paz". Vidal pidió al "nuevo mapa político del Congreso pensar una ley más aplicable, menos conflictiva y que tenga como primer objetivo garantizar la libertad de expresión", en alusión a la Ley de Medios. "Una ley que ha generado tanto conflicto, en la práctica no ayuda", consideró.
El expresidente Fernando de la Rúa también se pronunció al respecto. "Hay que luchar para que haya más (libertad de expresión), para que no haya miedos y para que la gente no se crea las cosas a la ligera sino que pueda razonar lo que se le dice", aseveró.
"Si el efecto de la Ley de Medios va a ser ampliar el dominio del Estado sobre muchos medios, entonces la libertad de expresión va a estar amenazada; si lo que va a haber es más pluralidad de medios, entonces va a ser distinto", explicó. "Pero cuidado: yo lo que veo es un avance estatal sobre más medios, es algo negativo", se despidió.
En sintonía, el periodista Luis Majul indicó que "se puede informar, se puede escribir y se puede analizar". "Ahora, a los que criticamos, investigamos y lastimamos, nos persiguen, también es cierto", advirtió. Aún así, el conductor de La Cornisa aclaró que "es una estupidez compararse con la dictadura o con lo que le pasó a José Luis Cabezas, pero eso no quita que eso exista".
"Magdalena (Ruiz Guiñazú) acaba de llegar de Washington (donde denunció ante la OEA los ataques del Gobierno a la prensa) y tuvo la inspección de la AFIP. Me parece bien que la AFIP investigue a todos, pero esa investigación no tiene que estar direccionada", analizó.
El periodista recordó su juicio con el ente recaudador y dijo: "En mi caso, estuvo direccionada". "La Justicia probó que me acusaron con pruebas falsas y eso demuestra que es un gobierno autoritario y prepotente que hace todo lo posible para que la libertad de expresión no sea plena", acusó.
Otra mirada. En plena disidencia se manifestó Estela de Carlotto. En un breve diálogo con Perfil.com, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo sostuvo que "hay plena libertad de expresión, las cosas que yo he escuchado en estos días, que se dicen unos con otros, no las he escuchado en mi vida". "Acá no se puede decir que se persigue a nadie, o que se discrimina a nadie", lanzó.
"Creo que la Ley de Medios es una ganancia muy grande para nuestro país", resumió. Y explicó: "Hay algo que quiero rescatar de esta ley que es que las provincias pueden ampliar sus propios problemas e inquietudes sin mirar siempre al nudo que es Buenos Aires, es decir, van a tener la voz de la capital pero también de su propia provincia se va a dar el desarrollo de la identidad regional".
La celebración se realizó en el Hotel Sheraton Libertador, con la musicalización de Héctor Suasnábar y la iluminación de Aquiles Rogero. La organización de los Premios estuvo a cargo de Patricia Daniele y Blanca López.
